Se trata de adolescentes que de manera preponderante son sujetos de desigualdades estructurales de clase, que para el segmento marginalizado de la clase trabajadora, implica una cadena de acumulación de desventajas. Nos interrogamos respecto de cómo influye el entramado de mecanismos de desigualdad social en la captación selectiva del sistema judicial penal. No se trata de todas las personas adolescentes, por lo tanto, es necesario realizar distinciones al interior de esta categoría.

La selectividad recae, en la mayoría de los casos, sobre aquellas que han padecido vulneraciones a sus derechos sociales y/o precariedad en sus condiciones concretas de existencia. De esta manera nos resulta relevante reconocer la influencia de las condiciones socio-estructurales del origen de clase familiar y del anclaje territorial en sus trayectorias vitales. Al mismo tiempo, visibilizamos cuáles son los significados que le atribuyen a su tránsito por el circuito penal. Nos interesa poner de relieve su propia palabra en un proceso que las involucra, por el cual transitan y que tendrá efectos en su desarrollo como personas.