Doctora en Ciencias Sociales, Magister Scientiarum en Estudios de la Mujer y Socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Fundadora de EPG Consultora de Género y Equidad. Conferencista e investigadora. Columnista en diversos medios de comunicación venezolanos y extranjeros.
En este contexto, los distintos agentes socializadores, como la familia, la escuela, los medios de comunicación y difusión masiva, juegan un papel fundamental, pues son ellos quienes constantemente dicen a las mujeres qué características posee o debe poseer para ser considerada bella, cómo debe verse, es decir, son bombardeadas sistemática y repetidamente con las múltiples imágenes de estrellas, modelos y cantantes, definidas arbitrariamente como ?representantes de la belleza?, con lo que se consolida socialmente la expectativa de la mujer ficticia.
Por su parte, la receptora de estos mensajes -ideológicamente definidos para orientar y condicionar su estética- habrá de compararse con lo que ve, y tras consumir mensajes que le dicen que debe lucir como estas mujeres ficticias, prefabricadas, y con frecuencia ser criticada por no lucir como las mujeres que muestran los medios y los concursos de belleza, habrá de verse motivada a la realización de intervenciones quirúrgicas y procedimientos invasivos para modificar y ?mejorar? su aspecto físico, con la creencia de que al transformar su cuerpo podrá ser en mayor medida aceptada, querida, reconocida, por sus grupos de pares, familiares, amigos/as, pareja, entre otros.