Fue, precisamente, con el Dr. Mirco E. Salsa, el Dr. René Leúnda y varios profesionales y comerciantes amigos que por el mes de diciembre de 1963 constituimos una Comisión Organizadora de la Cooperativa de Créditos de Wilde a la que se integró también Justo A. Lynch y algunos comerciantes de su relación como Cóppola e Iturburu. En marzo de 1964 se realizó en el Centro de Comerciantes de Wilde la Asamblea constitutiva designándose presidente al Doctor Mirco Esteban Salsa y a mí como primer gerente. Entre los miembros titulares de la primer Comisión Directiva figuraban el Contador N. Desimone, Jorge Espósito, Roque Cóppola, Manuel Iturburu, René Leunda, Horacio Pio Berra, David Asins, Antonio Calabrese, Di Carlo y Justo Lynch. Justo integró junto a Horacio P. Berra, la Comisión de Cultura de la Cooperativa que organizó con motivo de la inauguración del local cooperativo sito en Cadorna y Arredondo una muestra pictórica de la que participaron Virgilio Vallini, Lito Sosa, Samuel Mallo López y Justo A. Lynch, entre otros.
Lo recuerdo a Justo cantando canciones sureñas, cifras, gatos, zambas rodeado de amigos o pintando en su atelier, en el parque Pereyra Iraola, a orillas del Rio Salado, en la Costa de Bernal, o a orillas del Riachuelo en la Vuelta de Rocha. También su preocupación por legar a los jóvenes sus conocimientos de técnica pictórica y sus conocimientos sobre construcción de telescopios. Es de señalar su trabajo con colaboración del Ingeniero Juan Manuel Romero publicado en revistas para docentes.
En este libro Mónica Lynch rescata escritos de Justo que permiten reconstruir momentos esenciales de su vida de artista y sabiamente intercala observaciones compartiendo hechos y recuerdos con su madre (Chita) y de esa manera desgrana en emotivas páginas la vida y obra de un artista cabal de la Ciudad de Avellaneda (...)