Fue el cuarto de una familia de seis hermanos, de los cuales uno murió en sus primeros meses de vida. Su padre, Vasili Rajmáninov, era un exoficial de la armada rusa, con graves dificultades económicas al momento de nacer el niño. Pese a ello, Rajmáninov vivió unos primeros años felices. Como era tradicional en su familia, fue orientado musicalmente desde muy joven, recibiendo sus primeras clases de piano, por parte de su madre, a los seis años de edad. En 1882, su padre volvió a sufrir otra seria crisis financiera, y en esta ocasión tuvo que abandonar el hogar de Oneg junto a su familia, mudándose a un pequeño apartamento en San Petersburgo.
Allí sufrieron las consecuencias de una epidemia de difteria, muriendo Sofía, su segunda hermana mayor. Este trágico suceso afectó seriamente a la madre del pequeño Serguéi, quien culpó a su marido del trágico acontecimiento. Vasili abandonó a su familia poco tiempo después. A los 9 años, Rajmáninov fue inscrito en el conservatorio de San Petersburgo, gracias a la ayuda económica de su abuela materna. Sin embargo, no fue un buen alumno debido a su comportamiento, llegando al punto de falsificar sus notas. Al suspender por completo el curso de 1885, la junta directiva del conservatorio lo expulsó. Aun así, fue admitido en el conservatorio de Moscú, asistiendo a las clases de Nikolái Zvérev, gracias a la intervención de su primo Aleksandr Ziloti, compositor famoso de la época.
Ya en Moscú, Rajmáninov residió en la propia casa de su profesor, junto a otros dos alumnos, sometido a duras jornadas de estudio. Allí conoció a Piotr Chaikovski, amigo personal de Zvérev, quien sería muy influyente en la vida y obra de Rajmáninov, y de cuya Sinfonía Manfredo realizó una transcripción para piano a cuatro manos en 1886, a los trece años, obra de la cual el propio Chaikovski quedó impresionado. Rajmáninov comenzó a demostrar su talento para la composición desde muy joven, y decidió volcarse en ella, aunque Zvérev estaba empeñado en desarrollar al máximo sus virtudes pianísticas. Tras un mes de discusiones, Rajmáninov se marchó a vivir definitivamente con su tía Varvara en 1889, a los dieciséis años.
A lo largo de los dos años siguientes, Rajmáninov se dedicó a componer pequeñas piezas, y tomó sus primeros contactos como director de orquesta. Asimismo, en 1891, compuso el Primer concierto para Piano y Orquesta, dedicado a su primo Aleksandr Ziloti, y la ópera Aleko, que le sirvió para graduarse en el Conservatorio de Moscú con menciones honoríficas. En 1892 Rajmáninov ya estaba preparado para su carrera como compositor, y abandonó el conservatorio en el verano del mismo año. Rajmáninov publicó sus primeros trabajos, lo que le permitió independizarse económicamente de su familia, además de las ganancias por las clases que impartía. Durante esta época, compondría sus primeros preludios y elegías para piano, así como el poema sinfónico La Roca. Durante los ocho primeros meses de 1895, Rajmáninov estuvo trabajando en su Primera Sinfonía, en la que volcó sus ilusiones y esperanzas. Se estrenó por primera vez dos años después, en 1897, bajo la dirección del también compositor Aleksander Glazunov. La presentación fue un rotundo fracaso, ya que aparentemente Glazunov estaba ebrio y la ejecución de la orquesta fue deficiente. Los críticos fueron muy duros en sus apreciaciones y ello afectó seriamente a Rajmáninov, causándole depresión.
Rajmáninov no escribiría nada durante el verano siguiente al estreno de su Primera Sinfonía. Tras su fracaso, pensó dedicar su vida a la dirección más que a la composición, y fue nombrado director de la Compañía de Ópera de Moscú. Tras un exitoso debut, dirigiendo Sansón y Dalila de Camille Saint-Saëns, su fama fue extendiéndose por toda Europa, hasta el punto de recibir una oferta de la Royal Philarmonic Society de Londres para interpretar y dirigir alguna de sus propias obras. Este hecho obligó a Rajmáninov a revisar su concierto para piano. Sin embargo, su carencia de ideas y bloqueo mental para la composición, sin duda consecuencia de aquella desafortunada experiencia con su primera sinfonía, produjeron un grave decaimiento anímico en el artista.
Más deprimido que nunca, Rajmáninov se puso en manos del Dr. Nikolái Dahl, especialista en neurología e hipnosis, quien lo trataría durante la mayor parte del año 1900, con excelentes resultados, devolviéndole la confianza en sus aptitudes creativas. Tras un viaje a Italia, Rajmáninov comenzó a escribir los primeros bocetos de una de sus obras maestras, el Concierto para piano y orquesta Nº 2, tocó el segundo y tercer movimiento en Moscú en diciembre de 1900, añadió el primer movimiento en la primavera de 1901 y ofreció la primera interpretación completa el 27 de octubre de ese mismo año dedicado al propio Dr. Dahl, con un inmenso éxito de crítica y público.
Tras el éxito de su Concierto N.º 2, y plenamente recuperado de su crisis anímica y creativa, Rajmáninov anuncia en 1902 su casamiento con su prima Natalia Aleksándrovna Sátina. Debido a que la Iglesia Ortodoxa prohíbe los matrimonios entre familiares, este enlace generaría muchos problemas. Afortunadamente para Rajmáninov, la intervención de una de sus tías y la celebración de la ceremonia en una capilla militar hicieron oficial su matrimonio. Eran sin duda los mejores tiempos para el artista.
Comienza aquí su triple carrera, como compositor, pianista y director, que le llevaría a adquirir una fama sin precedentes. Fue director del Teatro Bolshói de Moscú, entre 1904 y 1906, y realizó varias giras por todo el mundo como pianista. A esta etapa de su vida pertenecen sus obras más grandiosas: además del mencionado Concierto para piano y orquesta N.º 2, Rajmáninov escribiría obras maestras como su Segunda Sinfonía (1907), La isla de los muertos y sus Concierto para piano y orquesta N.º 3 y N.º 4 (1909), Las campanas (1913), y numerosas piezas para piano, entre las que se encuentran sus preludios para piano, suite para dos pianos…
En 1917 tiene lugar la revolución rusa y Rajmáninov decide abandonar su Rusia natal. Sin dinero ni posesiones el artista emigra con su familia en otoño de ese año, a la edad de cuarenta y cuatro años. Ya en 1918, y asentado en París, Rajmáninov recibe tentadoras y lucrativas ofertas desde Estados Unidos, que supondrían la salida económica para él y su familia. Tras aceptar varias ofertas sobre giras de conciertos, firma en 1920 un importante concierto con la compañía de grabaciones "Victor Talking Machine Company", y al año siguiente compra una casa en Riverside Drive (Nueva York). Fue en París donde fundó una importante firma publicitaria, cuyo objetivo principal era el de dar a conocer tanto obras suyas como las de otros compositores rusos.
Durante esta etapa Rajmáninov dedicaría su tiempo a su profesión de solista y director, tan necesaria para mantener su economía y la de su familia. De este periodo destacan las excelentes Tres canciones rusas (1926), 42 variaciones sobre un tema de Corelli (1931), la impresionante Rapsodia sobre un tema de Paganini (1934), su Tercera Sinfonía (1936) y algunos arreglos para piano.
En otoño de 1909, embarcó en su primera gira estadounidense, ofreciendo como él mismo señaló casi un concierto diario durante tres meses enteros. Estrenó su tercer concierto para piano el 28 de noviembre en el New Theatre de Nueva York bajo la dirección de Walter Damrosh. En enero de 1910 lo repitió en el Carnegie Hall esta vez bajo la dirección de Gustav Mahler que impresionó enormemente a Rajmáninov como director.
En 1939 Rajmáninov se asienta definitivamente en Estados Unidos junto a su familia, dedicándose fundamentalmente a su faceta de intérprete en giras por EE.UU. En 1940 escribiría la que sería su última obra catalogada, las Danzas sinfónicas, una de las obras maestras de la música del siglo XX. Asimismo, en 1941 revisaría su Concierto n.º 4 para piano y orquesta.
Murió el 28 de marzo de 1943, a la edad de 69 años.
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