A 115 años del nacimiento de Kwame Nkrumah, presidente de Ghana. Un ejercicio para reflexionar sobre el culto a la personalidad
Por: Acercándonos Ediciones
Publicado: 21/09/2024





Francis Kwame Nkrumah nació en Nkroful, Costa de Oro, su madre era comerciante al detalle y su padre orfebre. Asistió a la Achimota School de Accra desde 1926 hasta su graduación en 1930 En 1935 se trasladó a los Estados Unidos. Allí se graduó en economía, sociología y psicología mientras trabajaba en una fábrica de jabón, de camarero de barco o vendiendo pescado en la calle. En 1945 viajó a Londres para estudiar derecho, pero abandonó la carrera para dedicarse al activismo político, de izquierda y antiimperialista. Es en este último país donde participó en la fundación del Congreso Panafricano en 1945. Dos años después regresó a Ghana para desempeñar el cargo de secretario general de la recién fundada Convención para la Unidad de Costa de Oro, movimiento que abandonó en 1949 para crear un grupo político más radical, el Partido de la Convención del Pueblo (CPP). Dotó al partido de una organización y unas técnicas modernas de promoción, al organizar grupos juveniles, usar banderas y eslóganes y proveerse de un aparato de prensa que criticaba al gobierno colonial

El consideraba que la independencia política le traería a su país prosperidad y justicia. Uno de sus lemas era «busca primero el reino político y todo lo demás vendrá». Su popularidad creció rápidamente, primero entre los más pobres y más tarde entre los comerciantes, oficinistas y profesores de las ciudades. Cuando tuvo un mayor número de seguidores, intensificó sus protestas y abogó por lo que denominó la «Acción Positiva», que consistía en promover huelgas, boicots, revueltas y protestas masivas. Debido a esta espiral de protestas recibió como respuesta que, el gobernador Charles Noble Arden-Clarke ordenara arrestar a Nkrumah y otros líderes políticos en 1950. En una carta a su familia, Arden-Clarke escribió que había estado ocupado "tratando con el Hitler local". Nkrumah fue condenado a tres años de prisión. Sin embargo, lejos de disminuir su popularidad, la estancia en prisión la avivó, pues los apresados fueron considerados héroes por numerosos ghaneses, y parecía muy probable que el CPP obtuviese la mayoría en las elecciones planeadas para febrero de 1951 aprobadas por Gran Bretaña como una forma de otorgar mayor autonomía a su levantisca colonia de Costa de Oro. Nkrumah se enfrentaba sin embargo a un obstáculo de cara a las elecciones, pues los convictos que habían sido condenados por más de un año no podían registrarse para las elecciones. Sin embargo, como su sentencia era de tres penas independientes, cada una de un año, consiguió inscribirse. El 9 de febrero de 1951 recibió de las autoridades penitenciarias el resultado de las elecciones. El CPP había conseguido 33 de los 38 escaños y Nkrumah había logrado su escaño con una victoria de 20.780 votos de un total de 23.122 por Accra.

En esta situación, el gobernador se enfrentaba a la difícil cuestión de liberar o no a Nkrumah de la prisión. Si se le liberaba, Nkrumah había amenazado con boicotear al gobierno colonial si no se concedía a la región la posibilidad de autogobernarse efectivamente. Si no, el CPP probablemente se negaría a cooperar, el gobierno colonial perdería lo que le quedaba de apoyo popular y previsiblemente se desencadenaría una revuelta. El gobernador finalmente se decidió por liberar a Nkrumah e invitarlo a acudir a la mansión del gobernador en Fort Christiansborg al día siguiente, donde le pidió que formase gobierno. La constitución establecía que el gobernador seguiría al mando de la policía, los asuntos externos, las finanzas, las tropas africanas del ejército y el poder judicial. Sin embargo, Nkrumah pidió a los británicos el autogobierno completo, que obtuvo en 1954. El principal problema que enfrento en sus primeros tiempos en el gobierno fue que el gobierno británico había fundado hacía varios años la Cocoa Marketing Board (CMB), destinada a proteger a los productores de cacao de las fluctuaciones del mercado, que actuaba como un único comprador, vendedor y exportador de la producción completa. Nkrumah ordenó que el precio se mantuviese artificialmente muy bajo, casi inferior a un tercio del precio que se percibía en los mercados internacionales. Su objetivo era vender la mayor cantidad posible de cacao en un plazo muy breve y así obtener rápidamente dinero para proyectos de desarrollo.

El descenso en el precio de compra causó perjuicios a los pequeños y medianos agricultores, lo cual unido a la corrupción creciente del CMB por miembros del partido, provocó la agitación de los ashanti, con capital en Kumasi, y la aparición de un nuevo partido, el National Liberation Movement, que pedía una constitución federal con autonomía para los ashanti. Se sucedió una serie de movimientos violentos y explotó una bomba en la residencia de Nkrumah en Accra. Los disturbios generaron dudas en Gran Bretaña acerca de conceder la independencia al país, y decidió organizar unas nuevas elecciones legislativas en 1956 En ellas, el partido de Nkrumah obtuvo 72 de 104 escaños, aunque la participación de electores bajó hasta el 57%. El resultado convenció finalmente al gobierno británico y Ghana se independizó oficialmente el 6 de marzo de 1957.

Nkrumah escogió como residencia presidencial el castillo de Fort Christiansborg, la antigua residencia del gobernador colonial británico, un lugar que en el pasado había servido para la trata de esclavos, y que los servidores presidenciales consideraban como embrujado, lo cual le distanció de sus conciudadanos. Sin mayores intereses que los deportes, la comida o la comodidad, Nkrumah decía dedicarse exclusivamente al trabajo. Según su confidente y secretaria personal Erica Powell, Nkrumah desconfiaba de sus colegas y vivía una existencia solitaria. Tenía la intención de convertir Accra en una base política y económica para la independencia de todo el continente africano. En 1958 organizó una conferencia para promover la revolución pacífica africana, a la que asistieron 300 representantes, entre los que se encontraban Julius Nyerere, Joshua Nkomo, Kenneth Kaunda, Hastings Banda, Patrice Lumumba, Amílcar Cabral, Holden Roberto y Tom Mboya.[8] Nkrumah alegaba en sus escritos que creía en un socialismomoderado para África, sin negar las ventajas de algunos aspectos del sistema de producción capitalista, si bien siempre fue un firme oponente del imperialismo occidental. Su plan para desarrollar la economía africana era industrializar la región, de forma que se redujesen las importaciones y la balanza de pagos mejorase. Consideraba que el socialismo tenía el potencial de operar un rápido crecimiento en África, pues Nkrumah estaba impresionado por la experiencia de desarrollo industrial rápido ocurrida en la URSS y en los países socialistas europeos, así como por el estado de bienestar. Además, juzgaba que la forma de vida tradicional en África reunía muchas similitudes con el socialismo. Nkrumah se consideraba una suerte de líder inspirado que convertiría a Ghana en una verdadera potencia y un ejemplo de Estado moderno, mientras se transformaba al continente africano en una fuerza política y económica comparable a los Estados Unidos y la Unión Soviética. Acuñó un nuevo término de doctrina política, el nkruhmahismo, que designaba una ideología bastante personal que nunca estuvo claramente definida. El Instituto Kwame Nkrumah, que él fundó, era el responsable de difundir esta ideología, y según anunciaba «El nkrumahismo es la ideología de la Nueva África, idenependiente y absolutamente libre del imperialismo, organizada a escala continental, fundamentada en la concepción de la África Una y Unida, que obtiene su fuerza de la ciencia y la tecnología modernas y de la creencia africana tradicional de que el libre desarrollo de uno mismo está condicionado por el libre desarrollo de todos».

Ghana desarrolló pronto un gran culto a la personalidad de Nkrumah. Los diarios elogiaban a su líder y frecuentemente lo describían como el hombre capaz de transformar a Ghana, a África, y al mundo entero. Asumió informalmente varios títulos con nombres como Hombre del Destino, Estrella de África, Su Alta Dedicación y sobre todo Osagyefo, traducible como «victorioso en la batalla» o «redentor». Por otra parte, se intensificó su soledad y desconfianza en su entorno, según Erica Powell. En su aislamiento, se rodeó de aduladores que sólo le decían lo que él quería oír. El 30 de diciembre de 1957 contrajo matrimonio con la egipcia Fathia Rizk, esposa que había pedido al presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser, una mujer a quien no había visto hasta el día de su boda, y solo hablaba francés y árabe, lenguas que Nkrumah desconocía, en una ceremonia íntima que mantuvo en secreto hasta el mismo día de la boda. En 1960 Nkrumah promulgó una nueva Constitución por la que Ghana pasaba a ser una república que podía gobernarse fácilmente, pues se otorgaba al presidente la facultad de emitir decretos sin necesidad de aprobación del parlamento, rechazar gran número de decisiones parlamentarias, y destituir prácticamente a cualquier funcionario del Estado sin procedimiento previo. También se otorgaba al régimen el control de los medios de comunicación. En 1961 el mostrar «falta de respeto a la persona del jefe de estado» pasó a ser considerado una falta criminal.

Subordinó otras instituciones al CPP, de forma que en la práctica el partido tenía fuerte influencia sobre organizaciones tan variadas como la Brigada de los Trabajadores o el Consejo de las Mujeres de Ghana. El obispo católico de Accra fue expulsado del país por mostrar su desacuerdo con la politización de los grupos juveniles. El CPP se tornó en un partido con grandes tensiones internas a causa de la disparidad de intereses entre sus integrantes (de muy diversa extracción política) y la corrupción causada por quienes se integraron al partido buscando metas puramente personales. El secretario general del partido, Tawia Adamafio, lo describió una vez como «un monstruo aullante amenazando con arruinar la nación entera». Nkrumah prometió acometer el problema de la corrupción de los altos funcionarios y para ello creó un comité que investigaría la procedencia de los bienes de los miembros del partido. En la práctica, sin embargo, sus resultados no se publicaron y la élite del partido siguió igual de corrupta. Por otra parte, Nkrumah construyó gran número de valiosoas obras públicas: muchos hospitales, colegios y carreteras, y un sobre todo el gran complejo hidroeléctrico en el río Volta. Su entusiasmo a la hora de construir infraestructuras, sin embargo, atrajo a empresarios extranjeros quienes descubrieron que una idea ambiciosa y un soborno podían granjearles cuantiosas concesiones gubernamentales. Así se construyeron por ejemplo enormes y costosos silos para el cacao, para descubrir más tarde que eran inutilizables.

La crisis del cacao de 1961, por la que su precio en los mercados internacionales cayó en picado, enfrentó a Nkrumah a dificultades. Para asegurar un flujo de rentas al Estado se introdujo un notable aumento de los impuestos, y los trabajadores ferroviarios y portuarios se declararon en huelga. Como represalia, Nkrumah los arrestó y los apresó sin juicio al amparo de una norma dictada en 1961 por la cual prácticamente todos los movimientos obreros y sindicales precisaban de la autorización presidencial previa para protestar, bajo pena de cárcel por entorpecer el desarrollo industrial de la nación. También arrestó a políticos rivales y realizó purgas en su propio partido. Los jueces de estos procesos fueron nombrados por el propio Nkrumah. Tras viajar a la República Popular China y a la URSS en 1961, Nkrumah decidió crear compañías operadas por el Estado ghanés. En 1966 había creado más de cincuenta de estas corporaciones, en su mayoría mal gestionadas e ineficientes. La deuda externa creció, oficialmente, hasta los 349 millones de libras esterlinas en 1963, aunque los datos precisos se desconocen. La política agraria tampoco obtuvo buenos resultados. Ciertamente el régimen destinó muchos recursos a la mecanización de la aún atrasada agricultura pero sin prestar oídos a las necesidades de los campesinos respecto al precio que se pagaba por los productos de la tierra. Por otra parte, el porcentaje de los ingresos obtenidos de la venta de cacao que recibían los productores pasó del 72% en 1960 al 41% cinco años más tarde. Las compañías agrarias estatales registraron pérdidas. Teniendo en cuenta que a su llegada al poder Costa de Oro era una de las colonias británcias más ricas de África, la gestión económica de Nkrumah fue muy mala. En 1963 el nivel de vida de los trabajadores no cualificados había descendido hasta el nivel de 1939. Entre 1960 y 1966 el salario mínimo se había reducido a la mitad sin que ello se compensara con una reducción del costo de vida. En 1963, las reservas del estado descendieron por debajo del medio millón de libras.

Por otro lado, los proyectos de Nkrumah para hacer de Ghana una pieza clave del Movimiento de Países No Alineados y de unificar África en un solo proyecto político también fracasaron. Cuando en 1963 propuso en una conferencia de líderes africanos que apoyaran una declaración por la que se mostraban partidarios de la unión de estados africanos bajo la guía de Ghana prácticamente nadie apoyó seriamente su propuesta. Tuvo disputas con Julius Nyerere, presidente de Tanzania, a causa del plan de este último de crear una federación de estados africanos orientales, pero con los líderes partidarios del socialismo africano (lo que contradecía al socialismo científico preconizado por Nkrumah) y agregar en esa federación a los estados francófonos, a los que Nkrumah consideraba aún satélites de la Franciacolonial. Además, Nkrumah apoyó a las guerrillas de Togo, Costa de Marfil, Alto Volta, Nigeria y Níger que comulgasen con sus teorías de la unidad africana. El intento de asesinato de Sylvanus Olympio, presidente de Togo, por uno de estos grupos, le puso en dificultades diplomáticas con otros países africanos. Sus campamentos de entrenamiento de disidentes de otros gobiernos contaban con el asesoramiento de expertos chinos y de la Alemania Oriental. Fruto de estas actividades fue el intento de asesinato del presidente de Níger, Hamani Duariori. A pesar de los fracasos, Nkrumah se involucró en varios conflictos internacionales para ejercer de mediador, como en el conflicto entre la República Popular China y la Unión Soviética, o la situación en el Congo y Rodesia. En ninguno de estos casos fue aceptada su mediación, aunque creó una importante red diplomática con cincuenta y siete embajadas de Ghana a lo largo del planeta. Respecto a sus problemas internos, Nkrumah los atribuyó al imperialismo y a conspiraciones internacionales.

Su suspicacia hacia otros miembros del partido siguió acrecentándose, especialmente a raíz del intento de asesinato contra su persona, que acabó con el arresto de Adamafio y dos ministros. El veredicto del juez fue de inocencia, pero Nkrumah lo destituyó y cambió la ley para poder participar en los juicios de interés nacional. En el segundo juicio fueron hallados culpables y sentenciados a cadena perpetua. Cuando en 1964 volvió a sufrir otro intento de asesinato Nkrumah sospechó de la policía, la desarmó, y se rodeó de una guardia armada proveniente exclusivamente de su región natal y entrenada por agentes soviéticos. En 1964 Nkrumah organizó un referéndum para transformar el régimen en unipartidista. La prensa gubernamental advirtió veladamente que se tomarían represalias contra quién no votase o hiciera campaña activa contra el gobierno. Se tomaron otras medidas, como la ausencia de ranuras en las urnas del «no». De esta forma Ghana pasó a ser un régimen unipartidista. Además, Nkrumah concentró más y más poder en su persona. Nkrumah dedicó 10 millones de libras esterlinas a la construcción del complejo llamado «Job 600», dedicado a albergar la conferencia de jefes de estado africanos en 1965 y con vistas a convertirse algún día en la capital de la Unión Africana. Sin embargo, las tensiones políticas entre Nkrumah y otros jefes de estado hicieron fracasar esta conferencia. De los 36 países invitados asistieron 28, pero de estos solo 13 eran jefes de estado y el resto representantes de menor rango. Además, se rechazó la petición de Nkrumah de crear un subcomité para estudiar la unión de África.

Sus intentos de infiltrar espías en el ejército nacional, de hacerse con su control de forma personal y la gran diferencia de salario y equipamiento de los soldados comunes comparados con su guardia presidencial provocaron graves tensiones con el ejército, que mayormente lo había apoyado. El 24 de febrero de 1966, mientras se encontraba de viaje en Pekín para tratar de mediar en la Guerra de Vietnam el Ejército se rebeló, presuntamente con apoyo de Estados Unidos y puso fin a su gobierno en un golpe de Estado incruento.

Nunca volvió a Ghana, pero continuó trabajando en pos de la unificación africana. Vivió exiliado en Conakry, en la vecina Guinea, como huésped del presidente Ahmed Sékou Touré, que le hizo co-presidente honorífico del país. Allí leía, escribía y recibía a los huéspedes. A pesar de retirarse de los asuntos públicos, vivía asustado por las agencias de inteligencia extranjeras que querían eliminarle. Cuando su cocinero murió temió que pudieran asesinarlo, y comenzó a amontonar comida en su habitación. En agosto de 1971, enfermó, viajó a Bucarest, capital de la entonces República Socialista de Rumanía, para recibir tratamiento médico. Allí murió, el 27 de abril de 1972, de cáncer de piel, a los 62 años de edad.Se le construyó un memorial en Accra.

 

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