Argentina es el mejor país del mundo por múltiples razones que enumeraré en este artículo, estamos convocados, de manera urgente, a defender nuestra patria y reconstruirla rápidamente.
En principio, abonemos con optimismo estas afirmaciones vinculándolo a lo posible y a lo que se tenga memoria concreta, próxima en el tiempo y fácilmente verificable. Luego de la destrucción y endeudamiento padecidos desde el 24 de marzo de 1976 hasta diciembre de 2001, primero con la dictadura genocida (1976-1983) y luego con los gobiernos de Menem y De La Rúa (1989-2001), tras lo que Argentina había quedado con 60% de pobreza, 55% de informalidad laboral, 27% de desempleo, todo el patrimonio nacional entregado a corporaciones privadas extranjeras y una deuda externa en moneda extranjera del 160% del PBI, que en aquel momento se valuaba en 130.000 millones de dólares (MU$D), nuestro país logró una rápida recuperación.
Hacia el 2015, la pobreza había bajado al 30% (según la UCA), la informalidad laboral al 30%, el desempleo al 6%, se recuperaron numerosas empresas estratégicas y se redujo la deuda externa en moneda extranjera al 11% del PBI, el cual había ascendido a 600.000 MU$D. Además, volvimos a ser un país industrial, científico, tecnológico, marítimo, aéreo, energético, mineralógico y también satelital. En aquel momento habíamos alcanzado el puesto número 20 del mundo en ordenamiento por PBI y teníamos los sueldos y las jubilaciones más altas de Latinoamérica, tanto medidas en dólares como en poder de compra. La canasta básica total para un adulto era 2.300 pesos (230 u$d) y la jubilación mínima 4.500 pesos (450 u$d). Para comparar, en septiembre de 2024 la canasta básica total para un adulto es 300.0000 pesos (300 U$D) y la jubilación mínima 240.000 pesos (240 u$d).
Después vino de nuevo un período de destrucción y endeudamiento durante el gobierno de Macri (2015-2019), el cual elevó la pobreza al 40% (según la UCA), la informalidad laboral al 40%, el desempleo al 11%, la deuda externa en moneda extranjera al 45% del PBI e incrementó la deuda pública total del 45% al 90% del PBI, el cual descendió un 25%, la cuarta parte, en tan sólo cuatro años, reduciéndolo a 450.000 MU$D para fines del 2019. Le sucedió la pandemia que aumentó la pobreza al 45% (según la UCA) y bajó el PBI un 10%, hasta 410.000 MU$D.
Obsérvese que aún con un gobierno que dejó mucho por hacer, quedándose en deuda principalmente con la recuperación del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, el gobierno de Alberto Fernández pudo recuperar numerosas variables, pese a la pandemia del coronavirus 2020/2021, la mayor sequía de la historia en 2023, las guerras en Eurasia y las presiones extorsivas del FMI, el cual regresó a nuestro país con Macri en 2018 luego de que Néstor Kirchner lo echara para siempre en enero de 2006. La pobreza bajó del 45% al 40% (según la UCA), el desempleo bajó al 6% y el PBI aumentó hasta los 630.000 MU$D, volviendo a ubicar a nuestro país en el top 22 del mundo. Mientras, devolvió los medicamentos gratuitos a los jubilados, las cunitas a los bebés, las computadoras a los escolares, el Plan Fines, el Plan Progresar, volvió a activar la industria satelital, la industria del conocimiento y la generación de energía atómica, todo lo que había sido discontinuado por Macri. Y no olvidar que nadie se quedó sin vacunas durante la pandemia, que logramos fabricar vacunas y que alcanzamos uno de los mejores resultados sanitarios del mundo frente a la pandemia, mejor ubicados en exceso de mortalidad 2020 que países desarrollados como EEUU, Italia, Inglaterra, Brasil, etcétera.
El regreso de un gobierno librecambista financiero inició nuevamente un período de destrucción y endeudamiento, además coligado al riesgo de volver a perder patrimonio nacional. Pero antes, antecede una lista de pendientes existentes en diciembre 2023: Establecer una Empresa Nacional de Alimentos para regular, controlar, administrar y visibilizar la cadena de producción, distribución y comercialización, de modo de reducir la apropiación (robo) de riqueza a manos de las corporaciones intermediarias. Recuperar los puertos del río Paraná para aumentar los recursos tributarios del gobierno y reducir fraude fiscal y contrabando a su mínima expresión, complementado con la construcción del Canal Magdalena que conecte al río Paraná con el Mar Argentino sin tener que pasar por el puerto de Londres (Montevideo). Nacionalizar el Litio y rehacer todos los contratos mineros, industrializar nuestra producción y exportación mineralógica, erigiendo el proyecto de país industrial y no extractivista, en el cual los consorcios extranjeros nos saquean libremente y en total libertad. Terminar el gasoducto Néstor Kirchner y las nuevas Centrales Nucleares. Reconstruir la red ferroviaria, tal que permita bajar los costos y aumentar las cantidades transportadas de productos, bienes, insumos y maquinaria industrial, así como favorecer el turismo interno para los sectores de menos ingresos. Reducir el gasto tributario que favorece a los núcleos de poder que dejan de pagar impuestos y que los termina pagando el conjunto del pueblo. Recuperar el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones que había en 2015. Recuperar los dos satélites que regaló Macri. Expropiar Vicentín, que ejecutó una megaestafa que no tenemos por qué pagar los argentinos. Recuperar las empresas distribuidoras de energía eléctrica. Designar a la industria del turismo como estratégica. Efectivizar la inclusión Argentina en el BRICS+, bloque de cooperación comercial, económica, productiva, industrial, financiera y estratégica constituida por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica + Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Egipto, Etiopía, Irán y también Argentina, comprendido por el 50% de la población mundial y el 40% del producto global, conduciéndonos hacia la desdolarización de nuestro comercio exterior, complementado por la creación del Banco Regional del Sur para Latinoamérica. Repudiar y desconocer la deuda con el FMI por ilegal, ilegítima, nula y de nulidad absoluta a raíz de violar nuestra constitución y el propio estatuto del Fondo. Activar los astilleros para que fabriquen barcos así logramos nosotros mismos aprovechar la mayor región de pesca del mundo perteneciente a un país que es el Mar Argentino. Etcétera.
A esto hay que sumarle lo que hizo Milei. Cerró Tecnópolis, que es la megamuestra de ciencia y cultura más importante de Latinoamérica y una de las más relevantes del mundo para articular entretenimiento gratuito con formación y cultivación de amor por el país, participando en exposiciones, recorridos y juegos atravesados por industria, historia, geografía, turismo, música, gastronomía, paleontología, ciencia, tecnología, arte, energía, agua, aeronáutica, satélites, biología, medicina y mucho más. Bajó impuestos a los bienes personales del 2,5% al 0,5%, otorgó exenciones impositivas y subsidios a los sectores más ricos, y en consecuencia tarifazos sobre la población común que hacen imposible la realización de las actividades necesarias, además de quitar ingresos disponibles para el consumo, el cual sufrió la mayor caída de la historia del planeta tierra sin contabilizar guerras, terremotos, tsunamis o pandemias. Efectuó un parate a toda la obra pública desactivando potencial de desarrollo y amplificando el desempleo, la caída de consumo y la contracción de la recaudación del Estado. Se destaca que los parates son en actividades estratégicas como energía nuclear, terminación del gasoducto, industria satelital, represas hidroeléctricas, exploración de hidrocarburos, etcétera. Produjo la drástica desfinanciación a universidades, educación pública toda, salud, ciencia, tecnología, vialidad nacional, Aerolíneas Argentinas, además perjudicada por la política de cielos abiertos que la destruye, Instituto del Cine, Cultura en general, y demás.
En principio, abonemos con optimismo estas afirmaciones vinculándolo a lo posible y a lo que se tenga memoria concreta, próxima en el tiempo y fácilmente verificable. Luego de la destrucción y endeudamiento padecidos desde el 24 de marzo de 1976 hasta diciembre de 2001, primero con la dictadura genocida (1976-1983) y luego con los gobiernos de Menem y De La Rúa (1989-2001), tras lo que Argentina había quedado con 60% de pobreza, 55% de informalidad laboral, 27% de desempleo, todo el patrimonio nacional entregado a corporaciones privadas extranjeras y una deuda externa en moneda extranjera del 160% del PBI, que en aquel momento se valuaba en 130.000 millones de dólares (MU$D), nuestro país logró una rápida recuperación. Hacia el 2015, la pobreza había bajado al 30% (según la UCA), la informalidad laboral al 30%, el desempleo al 6%, se recuperaron numerosas empresas estratégicas y se redujo la deuda externa en moneda extranjera al 11% del PBI, el cual había ascendido a 600.000 MU$D. Además, volvimos a ser un país industrial, científico, tecnológico, marítimo, aéreo, energético, mineralógico y también satelital. En aquel momento habíamos alcanzado el puesto número 20 del mundo en ordenamiento por PBI y teníamos los sueldos y las jubilaciones más altas de Latinoamérica, tanto medidas en dólares como en poder de compra. La canasta básica total para un adulto era 2.300 pesos (230 u$d) y la jubilación mínima 4.500 pesos (450 u$d). Para comparar, en septiembre de 2024 la canasta básica total para un adulto es 300.0000 pesos (300 U$D) y la jubilación mínima 240.000 pesos (240 u$d). Después vino de nuevo un período de destrucción y endeudamiento durante el gobierno de Macri (2015-2019), el cual elevó la pobreza al 40% (según la UCA), la informalidad laboral al 40%, el desempleo al 11%, la deuda externa en moneda extranjera al 45% del PBI e incrementó la deuda pública total del 45% al 90% del PBI, el cual descendió un 25%, la cuarta parte, en tan sólo cuatro años, reduciéndolo a 450.000 MU$D para fines del 2019. Le sucedió la pandemia que aumentó la pobreza al 45% (según la UCA) y bajó el PBI un 10%, hasta 410.000 MU$D. Obsérvese que aún con un gobierno que dejó mucho por hacer, quedándose en deuda principalmente con la recuperación del poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, el gobierno de Alberto Fernández pudo recuperar numerosas variables, pese a la pandemia del coronavirus 2020/2021, la mayor sequía de la historia en 2023, las guerras en Eurasia y las presiones extorsivas del FMI, el cual regresó a nuestro país con Macri en 2018 luego de que Néstor Kirchner lo echara para siempre en enero de 2006. La pobreza bajó del 45% al 40% (según la UCA), el desempleo bajó al 6% y el PBI aumentó hasta los 630.000 MU$D, volviendo a ubicar a nuestro país en el top 22 del mundo. Mientras, devolvió los medicamentos gratuitos a los jubilados, las cunitas a los bebés, las computadoras a los escolares, el Plan Fines, el Plan Progresar, volvió a activar la industria satelital, la industria del conocimiento y la generación de energía atómica, todo lo que había sido discontinuado por Macri. Y no olvidar que nadie se quedó sin vacunas durante la pandemia, que logramos fabricar vacunas y que alcanzamos uno de los mejores resultados sanitarios del mundo frente a la pandemia, mejor ubicados en exceso de mortalidad 2020 que países desarrollados como EEUU, Italia, Inglaterra, Brasil, etcétera. El regreso de un gobierno librecambista financiero inició nuevamente un período de destrucción y endeudamiento, además coligado al riesgo de volver a perder patrimonio nacional. Pero antes, antecede una lista de pendientes existentes en diciembre 2023: Establecer una Empresa Nacional de Alimentos para regular, controlar, administrar y visibilizar la cadena de producción, distribución y comercialización, de modo de reducir la apropiación (robo) de riqueza a manos de las corporaciones intermediarias. Recuperar los puertos del río Paraná para aumentar los recursos tributarios del gobierno y reducir fraude fiscal y contrabando a su mínima expresión, complementado con la construcción del Canal Magdalena que conecte al río Paraná con el Mar Argentino sin tener que pasar por el puerto de Londres (Montevideo). Nacionalizar el Litio y rehacer todos los contratos mineros, industrializar nuestra producción y exportación mineralógica, erigiendo el proyecto de país industrial y no extractivista, en el cual los consorcios extranjeros nos saquean libremente y en total libertad. Terminar el gasoducto Néstor Kirchner y las nuevas Centrales Nucleares. Reconstruir la red ferroviaria, tal que permita bajar los costos y aumentar las cantidades transportadas de productos, bienes, insumos y maquinaria industrial, así como favorecer el turismo interno para los sectores de menos ingresos. Reducir el gasto tributario que favorece a los núcleos de poder que dejan de pagar impuestos y que los termina pagando el conjunto del pueblo. Recuperar el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones que había en 2015. Recuperar los dos satélites que regaló Macri. Expropiar Vicentín, que ejecutó una megaestafa que no tenemos por qué pagar los argentinos. Recuperar las empresas distribuidoras de energía eléctrica. Designar a la industria del turismo como estratégica. Efectivizar la inclusión Argentina en el BRICS+, bloque de cooperación comercial, económica, productiva, industrial, financiera y estratégica constituida por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica + Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Egipto, Etiopía, Irán y también Argentina, comprendido por el 50% de la población mundial y el 40% del producto global, conduciéndonos hacia la desdolarización de nuestro comercio exterior, complementado por la creación del Banco Regional del Sur para Latinoamérica. Repudiar y desconocer la deuda con el FMI por ilegal, ilegítima, nula y de nulidad absoluta a raíz de violar nuestra constitución y el propio estatuto del Fondo. Activar los astilleros para que fabriquen barcos así logramos nosotros mismos aprovechar la mayor región de pesca del mundo perteneciente a un país que es el Mar Argentino. Etcétera. A esto hay que sumarle lo que hizo Milei. Cerró Tecnópolis, que es la megamuestra de ciencia y cultura más importante de Latinoamérica y una de las más relevantes del mundo para articular entretenimiento gratuito con formación y cultivación de amor por el país, participando en exposiciones, recorridos y juegos atravesados por industria, historia, geografía, turismo, música, gastronomía, paleontología, ciencia, tecnología, arte, energía, agua, aeronáutica, satélites, biología, medicina y mucho más. Bajó impuestos a los bienes personales del 2,5% al 0,5%, otorgó exenciones impositivas y subsidios a los sectores más ricos, y en consecuencia tarifazos sobre la población común que hacen imposible la realización de las actividades necesarias, además de quitar ingresos disponibles para el consumo, el cual sufrió la mayor caída de la historia del planeta tierra sin contabilizar guerras, terremotos, tsunamis o pandemias. Efectuó un parate a toda la obra pública desactivando potencial de desarrollo y amplificando el desempleo, la caída de consumo y la contracción de la recaudación del Estado. Se destaca que los parates son en actividades estratégicas como energía nuclear, terminación del gasoducto, industria satelital, represas hidroeléctricas, exploración de hidrocarburos, etcétera. Produjo la drástica desfinanciación a universidades, educación pública toda, salud, ciencia, tecnología, vialidad nacional, Aerolíneas Argentinas, además perjudicada por la política de cielos abiertos que la destruye, Instituto del Cine, Cultura en general, y demás. |
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