Arlen Siu Bermúdez, una guerrillera nicaragüense en contra de la dictadura somocista. A 67 años de su nacimiento
Julia Martínez
“Ella levantó mucho a los jóvenes de ese entonces, ahora el sueño de mi hija yo lo puedo ver realidad con este gobierno porque todo está muy bien, ahora uno anda libremente por las calles, cosa que antes no se podía"...



Arlen fue una joven jinotepina que siempre se preocupó por las personas más pobres de Nicaragua, reflejando su amor y dedicación sobre todo en las de su ciudad natal. Su nombre actualmente resuena en el ideario del Frente Sandinista, una estudiante, cuyas ideas aún siguen vigentes.

“La Chinita de Jinotepe”, a como era conocida Arlen durante la época de la lucha sandinista en contra de la dictadura militar somocista, fue hija de padre de descendencia china, el señor Armando Siu y la señora Rubia Bermúdez de Siu, originaria del Municipio de Dolores. Los Siu son una familia muy conocida en Jinotepe por ser emigrantes chinos que llegaron a estas tierras hace muchos años y se convirtieron en exitosos comerciantes que aportaron a la economía local.
En ese contexto nació Arlen, un 15 de julio de 1955 en la ciudad de Jinotepe, dentro de una familia pudiente y acomodada. Según cuenta su mamá, la niñez de esta guerrillera fue normal, siempre dedicada a sus estudios y demostrando en todo momento una buena educación. Nunca se sintió superior a los demás a pesar de su situación económica.

Ella era una muchacha muy alegre, de buenos modales, le gustaba mucho cantar, escribía sus canciones. Yo recuerdo a mi hija con mucho amor, con mucho cariño, ella fue una muchacha que sentía amor por su patria, ella pensaba en los pobres, en la pobreza de Nicaragua, también por aquella gente que era maltratada en ese entonces por las autoridades. Arlen decía que era una injusticia la que hacía el gobierno de ese entonces”, recuerda la señora Rubia Bermúdez de Siu, mamá de Arlen.

Doña Rubia afirma no olvidar las palabras que le decía Arlen cuando mostraba su preocupación por los pobres: “Mamá, los niños de la Pila Grande necesitan que yo los vaya a visitar, necesitan ropa, vamos a alegrarlos, vamos a hacerles una piñata”, le expresaba Arlen a su mamá, quien cuenta que la joven se iba a “La Pila Grande”, un barrio pobre de la periferia de Jinotepe con su hermana pequeña y sus hermanos que le ayudaban, “ese era su carácter, ella trataba de ayudar siempre, ella tenía buenas intenciones de ayudar a su prójimo”, indica Bermúdez.

Yo sabía sus pensamientos porque ella se expresaba conmigo, me decía que cómo hacía para que las personas pudientes le ayudaran a ayudar a los más pobres. En esa época, el problema que había es que estaban los liberales y los conservadores y que no se querían entre ellos. Yo le decía que donde esa gente no fuera porque no le iban a hacer caso, yo la mandaba donde ciertas personas para que la recibieran y ella les explicara y así ella buscaba ayuda para la gente pobre”.

La mamá de Arlen Siu, quien aún habita en Jinotepe, en la casa de la familia Siu Bermúdez, donde la joven fue educada en valores y donde despertó su conciencia revolucionaria, relata el momento en que su hija se fue a luchar en contra de la injusticia social junto a la guerrilla sandinista:

“Cuando ella se fue a luchar con el Frente Sandinista no nos dijo nada ni a su papá, ni a mí, ni a sus hermanos, ella se fue un día a la Universidad porque estaba en segundo año de Psicología en la UNAN de León, me acuerdo que estaba haciendo exámenes y ese día pues le tocaba y se fue. Hasta después, como a los tres días que nosotros la estábamos esperando apareció una carta donde ella se despedía de nosotros, que muy pronto iba a regresar aquí a Jinotepe, pero que le tuviéramos paciencia, que ella se iba para mejorar a Nicaragua, para ayudar a la gente. Ella se fue y estuvo alfabetizando y juntamente ella hacía su trabajo revolucionario, luego me doy cuenta que ella se había ido con otros intereses, ella se fue a unirse a la lucha revolucionaria de ese entonces y después solo dos cartas más nos mandó nada más".

“Yo sentí mucho la muerte de mi hija, después que se fue nosotros sufrimos mucho, pero ella tenía buenas intenciones para su prójimo. Cuando era mayor despertó y comenzó a dar otros pasos, con sus compañeros Hugo Arévalo y Ricardo Morales Avilés, se fueron a combatir con un grupo de León, El Viejo, El Sauce y las Segovias; ella era la que coordinada el grupo, en las montañas de El Sauce salieron de la escuelita donde daban las clases y los fueron siguiendo la guardia y llegaron a una casa donde a ellos les dieron de comer y ahí estaban, la guardia estaba bajando y les decían que tenían órdenes de que al que encontraran en las montañas lo iban a matar y lucharon y así la guardia nacional de Somoza me mató a mi hija. Ellos fueron perseguidos, todo el que salía clandestino los perseguían y los mataban, en cada comarca estaba regada la guardia, los seguían porque ellos luchaban por los más pobres”.

Para la mamá de Arlen, las ideas de su hija actualmente permanecen vivas. “Ella levantó mucho a los jóvenes de ese entonces, ahora el sueño de mi hija yo lo puedo ver realidad con este gobierno porque todo está muy bien, ahora uno anda libremente por las calles, cosa que antes no se podía, la juventud tiene la amplitud de andar sin peligro, tiene su estudio porque antes la gente no tenía estudio, solo podían la gente de dinero, hoy en día ya todo el mundo estudia, a los muchachos les dan becas y ayudas para que puedan estudiar, yo veo que a las mujeres les dan préstamos y así ellas salen adelante. Mi hija estuviera muy contenta de ver lo que se está haciendo ahora con los pobres, de cómo los ayudan”.


Arlen fue una joven jinotepina que siempre se preocupó por las personas más pobres de Nicaragua, reflejando su amor y dedicación sobre todo en las de su ciudad natal. Su nombre actualmente resuena en el ideario del Frente Sandinista, una estudiante, cuyas ideas aún siguen vigentes.

“La Chinita de Jinotepe”, a como era conocida Arlen durante la época de la lucha sandinista en contra de la dictadura militar somocista, fue hija de padre de descendencia china, el señor Armando Siu y la señora Rubia Bermúdez de Siu, originaria del Municipio de Dolores. Los Siu son una familia muy conocida en Jinotepe por ser emigrantes chinos que llegaron a estas tierras hace muchos años y se convirtieron en exitosos comerciantes que aportaron a la economía local.
En ese contexto nació Arlen, un 15 de julio de 1955 en la ciudad de Jinotepe, dentro de una familia pudiente y acomodada. Según cuenta su mamá, la niñez de esta guerrillera fue normal, siempre dedicada a sus estudios y demostrando en todo momento una buena educación. Nunca se sintió superior a los demás a pesar de su situación económica.

Ella era una muchacha muy alegre, de buenos modales, le gustaba mucho cantar, escribía sus canciones. Yo recuerdo a mi hija con mucho amor, con mucho cariño, ella fue una muchacha que sentía amor por su patria, ella pensaba en los pobres, en la pobreza de Nicaragua, también por aquella gente que era maltratada en ese entonces por las autoridades. Arlen decía que era una injusticia la que hacía el gobierno de ese entonces”, recuerda la señora Rubia Bermúdez de Siu, mamá de Arlen.

Doña Rubia afirma no olvidar las palabras que le decía Arlen cuando mostraba su preocupación por los pobres: “Mamá, los niños de la Pila Grande necesitan que yo los vaya a visitar, necesitan ropa, vamos a alegrarlos, vamos a hacerles una piñata”, le expresaba Arlen a su mamá, quien cuenta que la joven se iba a “La Pila Grande”, un barrio pobre de la periferia de Jinotepe con su hermana pequeña y sus hermanos que le ayudaban, “ese era su carácter, ella trataba de ayudar siempre, ella tenía buenas intenciones de ayudar a su prójimo”, indica Bermúdez.

Yo sabía sus pensamientos porque ella se expresaba conmigo, me decía que cómo hacía para que las personas pudientes le ayudaran a ayudar a los más pobres. En esa época, el problema que había es que estaban los liberales y los conservadores y que no se querían entre ellos. Yo le decía que donde esa gente no fuera porque no le iban a hacer caso, yo la mandaba donde ciertas personas para que la recibieran y ella les explicara y así ella buscaba ayuda para la gente pobre”.

La mamá de Arlen Siu, quien aún habita en Jinotepe, en la casa de la familia Siu Bermúdez, donde la joven fue educada en valores y donde despertó su conciencia revolucionaria, relata el momento en que su hija se fue a luchar en contra de la injusticia social junto a la guerrilla sandinista:

“Cuando ella se fue a luchar con el Frente Sandinista no nos dijo nada ni a su papá, ni a mí, ni a sus hermanos, ella se fue un día a la Universidad porque estaba en segundo año de Psicología en la UNAN de León, me acuerdo que estaba haciendo exámenes y ese día pues le tocaba y se fue. Hasta después, como a los tres días que nosotros la estábamos esperando apareció una carta donde ella se despedía de nosotros, que muy pronto iba a regresar aquí a Jinotepe, pero que le tuviéramos paciencia, que ella se iba para mejorar a Nicaragua, para ayudar a la gente. Ella se fue y estuvo alfabetizando y juntamente ella hacía su trabajo revolucionario, luego me doy cuenta que ella se había ido con otros intereses, ella se fue a unirse a la lucha revolucionaria de ese entonces y después solo dos cartas más nos mandó nada más".

“Yo sentí mucho la muerte de mi hija, después que se fue nosotros sufrimos mucho, pero ella tenía buenas intenciones para su prójimo. Cuando era mayor despertó y comenzó a dar otros pasos, con sus compañeros Hugo Arévalo y Ricardo Morales Avilés, se fueron a combatir con un grupo de León, El Viejo, El Sauce y las Segovias; ella era la que coordinada el grupo, en las montañas de El Sauce salieron de la escuelita donde daban las clases y los fueron siguiendo la guardia y llegaron a una casa donde a ellos les dieron de comer y ahí estaban, la guardia estaba bajando y les decían que tenían órdenes de que al que encontraran en las montañas lo iban a matar y lucharon y así la guardia nacional de Somoza me mató a mi hija. Ellos fueron perseguidos, todo el que salía clandestino los perseguían y los mataban, en cada comarca estaba regada la guardia, los seguían porque ellos luchaban por los más pobres”.

Para la mamá de Arlen, las ideas de su hija actualmente permanecen vivas. “Ella levantó mucho a los jóvenes de ese entonces, ahora el sueño de mi hija yo lo puedo ver realidad con este gobierno porque todo está muy bien, ahora uno anda libremente por las calles, cosa que antes no se podía, la juventud tiene la amplitud de andar sin peligro, tiene su estudio porque antes la gente no tenía estudio, solo podían la gente de dinero, hoy en día ya todo el mundo estudia, a los muchachos les dan becas y ayudas para que puedan estudiar, yo veo que a las mujeres les dan préstamos y así ellas salen adelante. Mi hija estuviera muy contenta de ver lo que se está haciendo ahora con los pobres, de cómo los ayudan”.


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