¿Hubo algún momento donde creímos que el mundo en pandemia tomaba un descanso de la contaminación, el lucro incesante de las grandes empresas a costa del trabajo de millones, y que mágicamente ese gran reseteo reacomodaría largos años de injusticia y concentración de la riqueza en cada vez menos manos? Fue esa una idea que circulaba por el aparato mediático organizado por redes sociales y mas media de occidente y que mansamente consumió la mayoría encerrados en sus casas los primeros tiempos de pandemia. En Argentina, en esos tiempos de incertidumbre, se transmitía una idea muy generalizada en algunos sectores, el de retornar al punto de partida de diciembre de 2015 en políticas sociales y bienestar social con el solo cambio de gobierno. Por demás interesante sería indagar en la mente de aquellos que creían que ese paso mágico vendría aun a caballo de una pandemia que paralizaba la producción y distribución de la mayoría de los bienes y servicios a escala global como no había ocurrido casi nunca en la historia de la humanidad aun tomando las dos guerras mundiales del siglo XX.
Y así llegamos al día de hoy, con primavera incluida en este lado del mundo y conflicto bélico en escalada e invierno en Europa, con crisis energética y desbarajuste en todas las economías mundiales y un escenario a mediano plazo que puede llegar a ser desde un derrumbe generalizado de gobiernos en Europa y algunos otros países del orbe con crisis de magnitud incalculable a la guerra termonuclear. Un continente, el europeo, que se ha arrodillado desde el Plan Marshall al día de hoy a los designios del amo de las cincuenta estrellas que debería tener más si contamos sus lacayos.
En la reina del plata estamos viendo que cómo crecen las flores ante el sol que calienta más y el día que se amplía sobre la noche así también florecen todo tipo de fascismos sembrados cuidadosamente por los medios de comunicación del capital y sus redes sociales manejadas desde Washington con precisos algoritmos que mucho conocen del odio, la discriminación y fragmentación social. Y así vamos andando, con sectores importantes de la militancia del campo popular que ya piensan en repliegues tácticos para el próximo período presidencial, dando discursos de esperanza a la militancia por si los vientos del continente cambian y se revierten las tendencias de derrota en las encuestas, que son tan dinámicas como sus encuestadores, en una especie de equilibrio de la palabra tan volátil como el aire que respiramos o más.
Por nuestro lado, la revista este mes se vio afectada fuertemente por el aumento del papel, insumo fundamental para su realización, y por los recortes estatales que impiden el cobro de determinadas prestaciones que desajustan el ingreso de nuestra cooperativa. La buena nueva es que seguimos y desde este mes aplicamos la realización total de la misma en el conocido cmyk, que en criollo significa “pasamos todo a color”. Por lo tanto sin ser ajenos a lo que ocurre en otras partes del mundo, principalmente en el viejo continente, ajustamos nuestro medio a las posibilidades materiales del momento, publicando la parte de las notas que no han podido ser impresas a la versión digital que puede leerse gratuitamente en revistah.acercandonoscultura
Con fe en el futuro porque confiamos en nuestros compañeros, que con esfuerzo y dedicación van construyendo este espacio los dejo con un poema de un salvadoreño que siempre me ha motivado en tiempos difíciles. Tiempos donde una vez más pagaremos casi todos las deudas canalla es que han tomado otros menos, y con interés, podría decir que hasta con felicidad si perdemos la batalla del sentido, ese que informa / deforma en manos de aquellos que nos hacen siempre daño. No quepa la menor duda que un mundo justo es posible, que debemos hacer siempre el intento por darle belleza a nuestra vida y mejorar la de los demás. Si de algo estoy convencido es que venceremos y cuanto más trabajemos para ello más cerca estaremos de ver los frutos.
¡Gracias por apoyarnos siempre! Arranca H, edición 21...
Como tú
Yo, como tú,
amo el amor, la vida, el dulce encanto
de las cosas, el paisaje
celeste de los días de enero.
También mi sangre bulle
y río por los ojos
que han conocido el brote de las lágrimas.
Creo que el mundo es bello,
que la poesía es como el pan, de todos.
Y que mis venas no terminan en mí
sino en la sangre unánime
de los que luchan por la vida,
el amor,
las cosas,
el paisaje y el pan,
la poesía de todos.
Roque Dalton
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