El ingreso de Argentina en el grupo BRICS es un paso fundamental en una nueva posición geopolítica del país, la Argentina es un importante socio estratégico de las BRICS por sus muy importantes reservas de gas, petróleo y litio, siendo además un gran productor de alimentos; manifestar que después del 10 de diciembre del 2023 según quien gane no se ingresara es un grave error, es apostar por los intereses económicos mundiales que no tienen petróleo, gas, litio ni los alimentos necesarios, es además decir que volveremos a estar alineados con quienes libramos la guerra por la restitución de las Malvinas y con quienes traicionando tratados internacionales le dieron apoyo logístico e información satelital.
El grupo, sumando a los nuevos integrantes a partir del 1 de enero del 2024 representarán el 45% de la población mundial, el 35,5% del PIB del mundo y el 31% de la superficie terrestre, en contra, los que se oponen al ingreso de nuestro país a las BRICS, alegan que los países que lo integran no son democráticos, no es así. Podemos sobre algunos de los países miembros discutir si son democráticos o no, pero sobre Brasil, Rusia, Sudáfrica e India sí lo son, en cuanto a los nuevos ingresantes como Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos y la Argentina indudablemente son democráticos, así sean repúblicas o monarquías, sino tampoco serían democráticas España o Inglaterra por ser monarquías, en cuanto a los cuestionados países de Irán , China y Arabia Saudita, Irán es una república islámica y China es un gobierno surgido de un partido único con dos regiones administrativas especiales que son Hong Kong y Macao, estas dos regiones tienen gobierno propio, Asamblea legislativa y Poder judicial Independiente, siendo Macao la región más rica del mundo y en cuanto a Arabia Saudita es una monarquía siendo su Constitución el Corán. Con todos estos países ha mantenido intercambio comercial la Argentina durante el período de Gobierno del Presidente Fernández como así también durante el Gobierno del Ingeniero Macri a quien mencionó especialmente por surgir de su partido político una de las principales oposiciones al ingreso a este grupo internacional por parte de la Argentina. Macri sobre Los Emiratos Árabes Unidos expresó en el 2017 que representaba un socio estratégico para la Argentina, desde el año 2022 Argentina exporta carne de cerdo a este país. Nadie se rasgó las vestiduras durante 7 años por las exportaciones o la manifestación de que es un socio estratégico, por otro lado con Irán, Antonio Berhongaray, Secretario de Agricultura de Macri, firmó un acuerdo comercial en el año 2017 exportandose a Irán trigo, maíz, arroz y aceites por 500 millones de dólares, como así también los Estados Unidos y la Comunidad Europea mantienen un fluido comercio bilateral con esta república. Con Etiopía la Argentina le exporta equipamientos agrícolas, lubricantes, maíz, trigo y neumáticos, como así también tienen comercio internacional con ella Alemania, Suiza y los Estados Unidos. Con Egipto la Argentina como el resto del planeta le exporta cada año una cantidad de turistas muy importante siendo esta exportación la única que le resta divisas al país y también lácteos, harinas, pellets y aceite de soja, trigo y maíz por aproximadamente 2.000 millones de dólares. Con Arabia Saudita le exportó y se le importa maíz y porotos de soja, con Rusia desde ya que mantenemos intercambio comercial como lo mantiene la Unión Europea que le compra el 40% del gas, el 27% del petróleo y el 46% del carbón que consume, Rusia además le exporta a Estados Unidos petróleo, a estos efectos para ellos Rusia no invadió Ucrania, una cosa son las convicciones ideológicas y otra cosa cuando le conviene a la propia economía.
Lo que más preocupa a los Estados Unidos de las BRICS es que se está empezando a negociar internacionalmente sin usar el dólar, y que esta nueva potencia transnacional tenga muy avanzado un sistema monetario basado en el oro, las materias primas y una canasta de las monedas de todos los países que la componen.
Las BRICS son una asociación económica, política y social cuyo objetivo es la formación de una nueva arquitectura financiera, potenciando las posibilidades de cada uno de sus miembros por ejemplo en la asistencia financiera, mejorando su posicionamiento a nivel internacional, reclama para sus miembros una mayor incidencia en los organismos de créditos internacionales, entre sus principales objetivos está erradicar el hambre y la pobreza para el año 2030, para esto genera iniciativas conjuntas en lo económico, lo político y lo social para consolidar entre sus asociados una articulación y suplir la falta de respuestas de los países desarrollados y establecer un liderazgo de los países emergentes a nivel mundial en este mundo multipolar.
Durante el primer día de la reunión de las BRICS se hizo correr el rumor por medio de diversos medios informativos que Argentina no ingresaría a las BRICS pues por presión de los Estados Unidos sobre Sudáfrica y la India estas se oponían, pero ante esta insólita e indignante información sobre la intromisión de los Estados Unidos en la política internacional de la Argentina nadie salió a pedir explicaciones, sí a los pocos minutos del anuncio del ingreso manifestaron en forma categórica que en caso de ganar las elecciones anularían el ingreso a las BRICS, en todo caso ambas Cámaras Legislativas serán quienes las aprueban o no, si bien el gobierno termina su mandato constitucional el 10 de diciembre del 2023 procedió de acuerdo al pleno derecho que le otorga la Constitución Nacional.
El acuerdo del Mercosur fue firmado el 26 de marzo de 1991, el Congreso lo aprobó el 15 de agosto del mismo año y fue promulgado el 4 de septiembre de 1991, no será el presidente entrante el 10 de diciembre del 2023 quien decidirá si la Argentina entra o no a las BRICS sino los miembros del Congreso, no hacerlo implicaría dejar a la República Argentina a merced de los acreedores internacionales con una deuda impagable que además le exigen el cumplimiento de condiciones que cada día sumergen más a la población en la pobreza, impidiendo el desarrollo nacional continuando como país exportador de materias primas sin valor agregado, con una explosiva situación socioeconómica. La decisión es simple, o queremos un país que honre y pague su deuda pública internacional, eleve la calidad de vida de su población, industrialice sus materias primas, recupere los territorios que son suyos en manos extranjeras y logre una paz social o resolvemos entregar la Nación a los intereses extranjeros dejando pasar la oportunidad de rescatar nuestro país de la pobreza, la injusticia social, el subdesarrollo económico y las consecuencias que generan de inseguridad entre la población por la proliferación de delitos contra las personas y bienes, que hacen entrever el inicio de una guerra social.
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