Estados Unidos está avisado, la guerra será total
Hedelberto López Blanch
Moscú no puede mantenerse con los brazos cruzados mientras armas de Occidente destruyen el país y la primera respuesta la adelantó el presidente Vladímir Putin.



La Primera y Segunda Guerra Mundial se desarrollaron fundamentalmente en el continente Europeo y en algunas partes de Asia y África. Estados Unidos no recibió ningún embate directo en su territorio lo que le posibilitó aumentar su poderío económico y militar mientras otras potencias se desangraban.

Tras la desaparición de la Unión Soviética, Washington ha utilizado la estrategia de cercar a Rusia con nuevos miembros de la OTAN y crear una seria amenaza para la seguridad del gigante asiático al fomentar y auspiciar un golpe de Estado en febrero de 2014 contra el presidente ucraniano Víctor Yanukovich con el fin de que fuerzas de ultraderecha se adueñaran del poder en Kiev.

Desde ese momento, Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto miles de “sanciones” contra Rusia y a partir de la operación militar especial lanzada por Moscú para desnazificar a Ucrania, la OTAN ha entregado miles de millones de dólares en equipos y armamentos a Kiev para mediante una guerra hibrida tratar de destruir al gigante euroasiático.

Ataques contra poblaciones civiles en las provincias rusas de Belgorov, Kursk, Biansk y Moscú han dejado decenas de heridos y muertos en los últimos meses y recientemente Ucrania lanzó una invasión con numerosas tropas y equipos militares contra la provincia de Kursk que está siendo rechazada con fuertes bajas para los invasores.

Ahora, ante el fracaso de no poder debilitar a Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros miembros de la OTAN proyectan dar autorización a Kiev para que utilice misiles de largo alcance y pueda bombardear ciudades de toda Rusia.

Como se comprende, Moscú no puede mantenerse con los brazos cruzados mientras armas de Occidente destruyen el país y la primera respuesta la adelantó el presidente Vladímir Putin al señalar que si se tomaba esa decisión, significaría una “participación directa” de Occidente en el conflicto y que los países de la OTAN ya están en guerra con Rusia.

Si es así, agregó, tomaremos la decisión adecuada porque “el Ejército ucraniano es incapaz de realizar ataques con modernos sistemas de precisión de largo alcance de fabricación occidental por sí solo y los ataques son posibles únicamente mediante el uso de datos de inteligencia de los satélites de la OTAN de los que Kiev no dispone”. Además, explicó que “esos sistemas de misiles solo pueden ser pilotados por personal militar de la OTAN”.

El representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, señaló que si la OTAN permite que Ucrania ataque las profundidades del territorio ruso internacionalmente reconocido con armas occidentales de largo alcance, entonces desatará una “guerra directa” con Rusia y en ese caso, el país “se vería obligado a tomar las decisiones adecuadas”.

“Esta posible evolución de la situación cambiaría fundamentalmente nuestras relaciones con el bando occidental y significará que a partir de ese momento los países de la OTAN iniciarán una guerra directa con Rusia”.

Por su parte, el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antónov fue aun más directo al manifestar que está “sorprendido” por la actitud de Washington hacia la amenaza mundial, ya que en caso de estallar una guerra nuclear no será posible mantenerse alejado.

“Aquí en Washington, dijo, existe una especie de ilusión de que, si hay un conflicto, no se extenderá al territorio de Estados Unidos. Constantemente trato de transmitirles una tesis: los estadounidenses no podrán quedarse más allá de las aguas del océano, esta guerra afectará a todos”, expresó el diplomático.

“Hemos dicho cientos de veces que no puede haber una guerra nuclear entre Estados nucleares, especialmente Estados Unidos y Rusia, y que no habrá ganadores”... “Decimos constantemente: “No jueguen con esta retórica, no jueguen con fuego”, agregó Antónov.

La paciencia de Rusia ante la guerra híbrida lanzada por Occidente está llegando a su fin y Estados Unidos debe comprender que sus excesos por tratar de destruir al gigante asiático puede conllevar a la desaparición total de la Humanidad.

La tensa situación no es igual a los tiempos de la I y II Guerras Mundiales cuando hoy en el mundo existen más de 12.500 bombas nucleares mucho más potentes que las de Hiroshima y Nagazaki. En esta ocasión, Estados Unidos no podrá escapar del conflicto y por lo tanto se hace completamente necesario que el decadente pero peligroso imperio estadounidense se llame a la cordura y reflexión.


La Primera y Segunda Guerra Mundial se desarrollaron fundamentalmente en el continente Europeo y en algunas partes de Asia y África. Estados Unidos no recibió ningún embate directo en su territorio lo que le posibilitó aumentar su poderío económico y militar mientras otras potencias se desangraban.

Tras la desaparición de la Unión Soviética, Washington ha utilizado la estrategia de cercar a Rusia con nuevos miembros de la OTAN y crear una seria amenaza para la seguridad del gigante asiático al fomentar y auspiciar un golpe de Estado en febrero de 2014 contra el presidente ucraniano Víctor Yanukovich con el fin de que fuerzas de ultraderecha se adueñaran del poder en Kiev.

Desde ese momento, Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto miles de “sanciones” contra Rusia y a partir de la operación militar especial lanzada por Moscú para desnazificar a Ucrania, la OTAN ha entregado miles de millones de dólares en equipos y armamentos a Kiev para mediante una guerra hibrida tratar de destruir al gigante euroasiático.

Ataques contra poblaciones civiles en las provincias rusas de Belgorov, Kursk, Biansk y Moscú han dejado decenas de heridos y muertos en los últimos meses y recientemente Ucrania lanzó una invasión con numerosas tropas y equipos militares contra la provincia de Kursk que está siendo rechazada con fuertes bajas para los invasores.

Ahora, ante el fracaso de no poder debilitar a Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y otros miembros de la OTAN proyectan dar autorización a Kiev para que utilice misiles de largo alcance y pueda bombardear ciudades de toda Rusia.

Como se comprende, Moscú no puede mantenerse con los brazos cruzados mientras armas de Occidente destruyen el país y la primera respuesta la adelantó el presidente Vladímir Putin al señalar que si se tomaba esa decisión, significaría una “participación directa” de Occidente en el conflicto y que los países de la OTAN ya están en guerra con Rusia.

Si es así, agregó, tomaremos la decisión adecuada porque “el Ejército ucraniano es incapaz de realizar ataques con modernos sistemas de precisión de largo alcance de fabricación occidental por sí solo y los ataques son posibles únicamente mediante el uso de datos de inteligencia de los satélites de la OTAN de los que Kiev no dispone”. Además, explicó que “esos sistemas de misiles solo pueden ser pilotados por personal militar de la OTAN”.

El representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, señaló que si la OTAN permite que Ucrania ataque las profundidades del territorio ruso internacionalmente reconocido con armas occidentales de largo alcance, entonces desatará una “guerra directa” con Rusia y en ese caso, el país “se vería obligado a tomar las decisiones adecuadas”.

“Esta posible evolución de la situación cambiaría fundamentalmente nuestras relaciones con el bando occidental y significará que a partir de ese momento los países de la OTAN iniciarán una guerra directa con Rusia”.

Por su parte, el embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antónov fue aun más directo al manifestar que está “sorprendido” por la actitud de Washington hacia la amenaza mundial, ya que en caso de estallar una guerra nuclear no será posible mantenerse alejado.

“Aquí en Washington, dijo, existe una especie de ilusión de que, si hay un conflicto, no se extenderá al territorio de Estados Unidos. Constantemente trato de transmitirles una tesis: los estadounidenses no podrán quedarse más allá de las aguas del océano, esta guerra afectará a todos”, expresó el diplomático.

“Hemos dicho cientos de veces que no puede haber una guerra nuclear entre Estados nucleares, especialmente Estados Unidos y Rusia, y que no habrá ganadores”... “Decimos constantemente: “No jueguen con esta retórica, no jueguen con fuego”, agregó Antónov.

La paciencia de Rusia ante la guerra híbrida lanzada por Occidente está llegando a su fin y Estados Unidos debe comprender que sus excesos por tratar de destruir al gigante asiático puede conllevar a la desaparición total de la Humanidad.

La tensa situación no es igual a los tiempos de la I y II Guerras Mundiales cuando hoy en el mundo existen más de 12.500 bombas nucleares mucho más potentes que las de Hiroshima y Nagazaki. En esta ocasión, Estados Unidos no podrá escapar del conflicto y por lo tanto se hace completamente necesario que el decadente pero peligroso imperio estadounidense se llame a la cordura y reflexión.


 Últimos Libros editados

Madrid - Buenos Aires - París
Novedades
ISBN:
$16000.00.-

Un gigante en movimiento
Novedades
ISBN:
$15000.00.-

Historia de la Espeleología Argentina
Novedades
ISBN:
$35000.00.-

Desde mi ventana
Novedades
ISBN:
$18000.00.-

El camino de piedras
Novedades
ISBN:
$14000.00.-

La lectura en la palabra: una escritura de lo Real
Novedades
ISBN:
$22000.00.-




Acercándonos Movimiento Cultural
Rondeau 1651 Ciudad de Buenos Aires
    11 6011-0453
Acercándonos Movimiento Cultural
Rondeau 1651 Ciudad de Buenos Aires
    11 6011-0453