En los primeros 8 meses del gobierno de Milei, sin contar los 20 días de diciembre del 2023 período que es también responsabilidad de su gobierno, la deuda pública aumentó 87.000 millones de dólares, de 370.673 millones que se debían en enero del 2024 en agosto la deuda pasó a ser de 458.407 millones. Esta situación exige al Tesoro Nacional tener un mayor superávit fiscal, con la finalidad de tratar de pagar por lo menos alguna porción de los intereses de la misma, esto es parte de lo que causa la obsesión presidencial por el superávit fiscal.
El 43 % de la deuda está tomada en moneda nacional y el 57% restante en moneda extranjera, aumentó en 8 meses el 23,66%, a un ritmo del 2,95% mensual.
En el Proyecto de Presupuesto del año 2025 se mantiene que para tener un resultado fiscal equilibrado el superávit debe ser igual a los intereses de la deuda, que están estimados en el 1,5% del PBI, esto es equivalente aproximadamente a 10.000 millones de dólares, y los intereses van a ser generados como mínimo sobre una deuda a diciembre del 2024 de 512.000 millones de dólares que darán como resultado 50.000 millones de dólares de intereses anuales.
La Deuda Pública está constituida por la deuda que tiene la Argentina con los diversos Organismos Internacionales, con el Fondo Monetario Internacional, con la Banca Comercial, con los Títulos Públicos, con los Bancos Privados y letras del Banco Central de la República Argentina.
En el último trimestre del 2024 vencen deudas a pagar por un total de 2.800 millones de dólares, pero el BCRA tiene su disponibilidad de divisas en rojo, pues, ya usó moneda extranjera que no le pertenecía por ser de los encajes bancarios y su posibilidad de obtener préstamos del exterior es remota por la falta de confianza en la política interna e internacional que despierta el actual gobierno.
La deuda es una serpiente de mil cabezas que no cesa de crecer, los gobiernos fueron equivocando la matriz económica a instalar, el actual gobierno cuyos equipos económicos provienen de diversos exequipos económicos de experiencias anteriores, los cuales ya sumaron numerosos fracasos. Repiten con terquedad temeraria programas económicos fallidos. El mal central está en el volumen de la deuda pública y los elevados intereses que se pagan por la misma, en algunos casos se llegan a cuadriplicar y quintuplicar los interés que pagan los demás países por sus deudas. A esta anomalía debemos de agregar la gran diversidad de acreedores a los cuales se les debe, ello dificulta la administración de la deuda, también complica la cercanía de pago de los vencimientos de capital e intereses. La solución es un cambio de matriz de la deuda pública concentrándola en un solo acreedor, con intereses acordes al nivel internacional y con vencimientos por lo menos a 50 años combinando a esta solución con una fuerte inversión internacional en infraestructura y la industrialización de las materias primas del país, materias primas estratégicas, como el litio, gas, petróleo, cobre, alimentos y un sinfín más de estas.
Así logrará la Argentina pagar sus deudas, aumentar sus fuentes de trabajo, disminuir la pobreza, no tener inflación, dar a sus habitantes salud, trabajo y seguridad social y dotar a la Nación de los medios necesarios para su seguridad interior y exterior.
Para ello es necesario que Argentina se reubique geopolíticamente ingresando a las BRICS+, lo cual ya se hubiera logrado sino no fuera por la ilógica y equivocada posición internacional del actual gobierno.
El plan económico actual lo que hará será alimentar a la Hidra serpiente de mil cabezas que cada día causará mas injusticia social, engrosará la deuda pública, aumentará el desempleo, hará crecer la pobreza y la indigencia, dejando fuera del sistema de salud, educación, inteligencia artificial, tecnología y fuentes de trabajo a la mayoría de los Argentinos, llevando así a la Nación al límite de las tenciones sociales que puede tolerar la población.
El 43 % de la deuda está tomada en moneda nacional y el 57% restante en moneda extranjera, aumentó en 8 meses el 23,66%, a un ritmo del 2,95% mensual. En el Proyecto de Presupuesto del año 2025 se mantiene que para tener un resultado fiscal equilibrado el superávit debe ser igual a los intereses de la deuda, que están estimados en el 1,5% del PBI, esto es equivalente aproximadamente a 10.000 millones de dólares, y los intereses van a ser generados como mínimo sobre una deuda a diciembre del 2024 de 512.000 millones de dólares que darán como resultado 50.000 millones de dólares de intereses anuales. La Deuda Pública está constituida por la deuda que tiene la Argentina con los diversos Organismos Internacionales, con el Fondo Monetario Internacional, con la Banca Comercial, con los Títulos Públicos, con los Bancos Privados y letras del Banco Central de la República Argentina. En el último trimestre del 2024 vencen deudas a pagar por un total de 2.800 millones de dólares, pero el BCRA tiene su disponibilidad de divisas en rojo, pues, ya usó moneda extranjera que no le pertenecía por ser de los encajes bancarios y su posibilidad de obtener préstamos del exterior es remota por la falta de confianza en la política interna e internacional que despierta el actual gobierno. La deuda es una serpiente de mil cabezas que no cesa de crecer, los gobiernos fueron equivocando la matriz económica a instalar, el actual gobierno cuyos equipos económicos provienen de diversos exequipos económicos de experiencias anteriores, los cuales ya sumaron numerosos fracasos. Repiten con terquedad temeraria programas económicos fallidos. El mal central está en el volumen de la deuda pública y los elevados intereses que se pagan por la misma, en algunos casos se llegan a cuadriplicar y quintuplicar los interés que pagan los demás países por sus deudas. A esta anomalía debemos de agregar la gran diversidad de acreedores a los cuales se les debe, ello dificulta la administración de la deuda, también complica la cercanía de pago de los vencimientos de capital e intereses. La solución es un cambio de matriz de la deuda pública concentrándola en un solo acreedor, con intereses acordes al nivel internacional y con vencimientos por lo menos a 50 años combinando a esta solución con una fuerte inversión internacional en infraestructura y la industrialización de las materias primas del país, materias primas estratégicas, como el litio, gas, petróleo, cobre, alimentos y un sinfín más de estas. Así logrará la Argentina pagar sus deudas, aumentar sus fuentes de trabajo, disminuir la pobreza, no tener inflación, dar a sus habitantes salud, trabajo y seguridad social y dotar a la Nación de los medios necesarios para su seguridad interior y exterior. Para ello es necesario que Argentina se reubique geopolíticamente ingresando a las BRICS+, lo cual ya se hubiera logrado sino no fuera por la ilógica y equivocada posición internacional del actual gobierno. El plan económico actual lo que hará será alimentar a la Hidra serpiente de mil cabezas que cada día causará mas injusticia social, engrosará la deuda pública, aumentará el desempleo, hará crecer la pobreza y la indigencia, dejando fuera del sistema de salud, educación, inteligencia artificial, tecnología y fuentes de trabajo a la mayoría de los Argentinos, llevando así a la Nación al límite de las tenciones sociales que puede tolerar la población. |
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