Desde un primer momento nos fuimos reconociendo, por la forma de hablar, de gesticular, de alzar la voz, de reír. Latinoamericanos de diversos medios, que construyen sentido en soporte gráfico, audiovisual, y muchos desde las aulas de universidades de nuestro continente. Allí estuvimos, en largos viajes de escalas a veces desgastastes, con esfuerzo, pero con ganas de aportar nuestro grano de arena en la construcción de un proyecto que pueda articularnos realmente desde el desarrollo compartido. Las distancias cuando hay buenas intenciones se vuelven insignificantes, y horas de vuelo y de trasbordos pasan raudas.
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Perú, Uruguay y Argentina, una delegación de 50 compatriotas de esta gran nación que busca soluciones más allá de los intereses de algunos que desean que seamos patio trasero.
Nuestro destino, Chengdú, está once horas delante de Argentina, por lo que en estos momentos en que estoy escribiendo, 16:13 hs. Buenos Aires, son las 03:13 allá, aunque recorriendo sus calles, conociendo su gente, sus museos, empresas y sectores de esparcimiento nos dimos cuenta que es más que ese tiempo lo que nos distancia. Una revolución que ha sido tenaz en buscar el bienestar de su pueblo hoy se proyecta como el gran actor mundial en varios aspectos, siendo la primera economía global y ejemplo en cuidado del medioambiente, en el orden y equilibrio social, en el respeto a los niños y los ancianos, cosas que me llamaron la atención en un viaje de más de mil kilómetros al interior del país.
Escribiendo este texto me pregunto si es posible llegar a construir una sociedad con esas características en nuestra patria, mi respuesta es sí, sin lugar a duda. Me quedo con las palabras del presidente Xi Jingping en la VII Cumbre de la Celac el 24 de enero 2023: “Estamos dispuestos a seguir solidarizándonos con los países de la región y avanzando con manos unidas, realzando los valores comunes de la humanidad, de la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad, fomentando la paz y el desarrollo mundiales”.
Nos estimula ese desafío, encontrarnos cada vez más en un destino común para construir un mundo justo donde el otro sea nuestro hermano, nuestro compañero para complementarnos en la búsqueda del bien común, y no alguien del que sacar ventaja para tener un mejor pasar en este suspiro que es la vida.
Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Perú, Uruguay y Argentina, una delegación de 50 compatriotas de esta gran nación que busca soluciones más allá de los intereses de algunos que desean que seamos patio trasero. Escribiendo este texto me pregunto si es posible llegar a construir una sociedad con esas características en nuestra patria, mi respuesta es sí, sin lugar a duda. Me quedo con las palabras del presidente Xi Jingping en la VII Cumbre de la Celac el 24 de enero 2023: “Estamos dispuestos a seguir solidarizándonos con los países de la región y avanzando con manos unidas, realzando los valores comunes de la humanidad, de la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad, fomentando la paz y el desarrollo mundiales”. Nos estimula ese desafío, encontrarnos cada vez más en un destino común para construir un mundo justo donde el otro sea nuestro hermano, nuestro compañero para complementarnos en la búsqueda del bien común, y no alguien del que sacar ventaja para tener un mejor pasar en este suspiro que es la vida. |
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