Hace una década, el mundo presenció el renacimiento de una red de comercio milenaria con el lanzamiento de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda, también conocida como la “Ruta de la Seda Moderna”. Desde su inicio en 2013, este ambicioso proyecto impulsado por China ha dejado una huella indeleble en la economía global, conectando a naciones a lo largo de Europa, Asia y África. Hoy, en su décimo aniversario, es el momento adecuado para reflexionar sobre su impacto y su potencial a largo plazo.
La Franja y la Ruta de la Seda busca revivir las antiguas rutas comerciales que conectaban Oriente y Occidente, fomentando la infraestructura y la cooperación entre países en el camino. Durante esta década, ha demostrado ser mucho más que una mera red de carreteras y ferrocarriles. Ha generado cambios significativos en la geopolítica y la economía global, expandiendo el comercio y la influencia de la República Popular China en todo el mundo.
Uno de los logros más notables de esta iniciativa ha sido la creación de una red de transporte y logística más eficiente, acortando predominantemente los tiempos de tránsito entre Asia y Europa. Los trenes de carga han recorrido miles de kilómetros en días, en lugar de semanas, lo que ha reducido los costos y ha impulsado el comercio en la región. Además, los puertos y aeropuertos mejorados han facilitado la importación y exportación de bienes, lo que ha estimulado el crecimiento económico en numerosos países a lo largo de la ruta.
El impacto económico de la Franja y la Ruta de la Seda también tiene sentido en la infraestructura energética y de telecomunicaciones. Proyectos conjuntos en estas areas han fortalecido la conectividad entre las naciones participantes, respaldando la expansión de la economía digital y la interconexión de sistemas energéticos.
En el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional en su discurso inaugural, Xi Jinping declaró que el alcance de la Franja y la Ruta “se expande por el continente eurasiático, por África y América Latina”, y agregó que más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales han suscrito documentos en el marco de la iniciativa. Indicó que se desarrollan más de 20 plataformas de cooperación internacional e hizo hincapié en que se están elaborando proyectos con componentes institucionales “que buscan el bienestar de los pueblos”.
El presidente chino sostuvo que “hacer frente a los retos globales no es posible sin la cooperación global”, y argumentó que las relaciones económicas que se desarrollan en el contexto de amenazas no traerán “ningún crecimiento económico”.
“Los logros de la Ruta de la Seda se basan no en la agresión, sino en la buena voluntad”, dijo.
A medida que celebramos el décimo aniversario de la Franja y la Ruta de la Seda, es evidente que esta iniciativa ha dejado una marca profunda en la economía global, estimulando el comercio, la inversión y la cooperación internacional en una escalada sin precedentes.
La Franja y la Ruta de la Seda busca revivir las antiguas rutas comerciales que conectaban Oriente y Occidente, fomentando la infraestructura y la cooperación entre países en el camino. Durante esta década, ha demostrado ser mucho más que una mera red de carreteras y ferrocarriles. Ha generado cambios significativos en la geopolítica y la economía global, expandiendo el comercio y la influencia de la República Popular China en todo el mundo. El impacto económico de la Franja y la Ruta de la Seda también tiene sentido en la infraestructura energética y de telecomunicaciones. Proyectos conjuntos en estas areas han fortalecido la conectividad entre las naciones participantes, respaldando la expansión de la economía digital y la interconexión de sistemas energéticos. En el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional en su discurso inaugural, Xi Jinping declaró que el alcance de la Franja y la Ruta “se expande por el continente eurasiático, por África y América Latina”, y agregó que más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales han suscrito documentos en el marco de la iniciativa. Indicó que se desarrollan más de 20 plataformas de cooperación internacional e hizo hincapié en que se están elaborando proyectos con componentes institucionales “que buscan el bienestar de los pueblos”. El presidente chino sostuvo que “hacer frente a los retos globales no es posible sin la cooperación global”, y argumentó que las relaciones económicas que se desarrollan en el contexto de amenazas no traerán “ningún crecimiento económico”. “Los logros de la Ruta de la Seda se basan no en la agresión, sino en la buena voluntad”, dijo. A medida que celebramos el décimo aniversario de la Franja y la Ruta de la Seda, es evidente que esta iniciativa ha dejado una marca profunda en la economía global, estimulando el comercio, la inversión y la cooperación internacional en una escalada sin precedentes. |
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