El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con la sensibilidad humana que le caracteriza, anunció que ningún ciudadano quedará desamparado después de los desastres ocasionados por el huracán Otis.
Para aliviar los daños, AMLO informó que fue acordado un plan de reconstrucción para el estado de Guerrero, especialmente en las zonas de Acapulco y Coyuca de Benítez con un presupuesto estimado en 61.313 millones de pesos (más de 3.400 millones de dólares).
El huracán de categoría 5 en la escala de Richter, golpeó el balneario de Acapulco con fuerza de 260 kilómetros por hora y rachas de hasta 315 Kilómetros por hora y provocó alrededor de 50 muertos, numerosos heridos, afectaciones en el 80 % de los hoteles y viviendas y pérdidas por miles de millones de dólares.
El plan de reconstrucción se basa en 20 puntos con una estrategia que comenzó a aplicarse desde el primero de noviembre, o sea, solo seis días después del paso de Otis.
Lo primero fue apoyar a los familiares de los fallecidos.
Se adelantaron dos meses el pago de todos los programas del bienestar, o sea, ayudas como pensiones a personas adultas mayores y con discapacidad, becas.
A los 50.000 hogares con afectaciones se le entregarán entre 35.000 y 60.000 pesos según el daño ocasionado, así como una cama, una estufa, un refrigerador, un ventilador, una vajilla y todas las semanas cerca de 250 000 familias recibirán una canasta básica con 24 productos.
El Gobierno federal destinará 10.000 millones de pesos del presupuesto público de este año para mejorar aspectos como abastecimiento de agua, drenaje, alumbrado público, así como hospitales y escuelas de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Más de 20.000 créditos se les otorgarán a pequeños comerciantes los que podrán pagar en un lapso de tres años sin intereses.
La Secretaría de Hacienda apoyará con el pago de la mitad de los intereses a los empresarios hoteleros de 377 instalaciones que soliciten un préstamo.
Cuando ya casi le queda un solo año para terminar su gestión como presidente de México, López Obrador ha demostrado sus capacidades de estadista al llevar al país hacia nuevas formas de desarrollo independientes pese a los desafíos que representa tener muy cerca al poderoso vecino estadounidense, que siempre ha intentado controlar política y económicamente a las naciones latinoamericanas.
Pese a la grave situación que provocaron los casi tres años de pandemia de Covid-19, la economía mexicana logró crecer durante los seis últimos trimestres y para este año se espera un alza del 3,3% uno de los más altos de la región.
Un aspecto importante para la economía han sido las remesas que llegarán este año a los 60.000 millones de dólares.
El pasado año la inversión extranjera se situó en 35.500 millones de dólares un incremento del 30% en comparación con el mismo período del año anterior y en los nueve meses de 2023 llegó a 33.000 millones.
La producción petrolera que cayó durante 14 años consecutivos, comenzó a tener un auge y ya se sitúa en 1 .791. 000 barriles diarios y la extracción de gas llegó a 4 795 millones de pies cúbicos diarios. Las reservas de petróleo también crecieron en 6%.
Por su parte, la industria eléctrica se ha ido rescatando del proceso privatizador de gobiernos anteriores y para cuando termine el sexenio de AMLO la capacidad instalada se incrementará en 10.000 megawatts debido a la modernización de plantas y la construcción de otras nuevas.
Aunque la pobreza aún se mantiene alta (36,6 %), ha ido disminuyendo motivada por la creación de nuevos empleos y la proliferación de programas sociales.
Innegablemente que la administración de Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia como uno de los mejores gobiernos que ha tenido la nación mexicana.
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