Los enunciados de Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta y Javier Milei condensan los planes de entrega de la patria y pérdida de derechos que serían consecuencia del triunfo electoral de cualquiera de ellos. Los mismos, más que propuestas, son amenazas, cuyo análisis se intenta abordar con responsabilidad, convocando a la toma de conciencia que impulse hacia una defensa conjunta por parte del pueblo argentino unido.

Patricia Bullrich, absolutamente blindada y protegida por los medios de difusión, vocifera lo siguiente: “Nosotros creemos que con un plan serio como el que planteamos, con horizontes de largo plazo, vamos a obtener dólares del Fondo”, complementando su exposición con las siguientes amenazas: “Los planes sociales van a durar un tiempo y van a tener una terminalidad”, y “Aquellos que hagan piquetes no van a poder seguir cobrándolos”. Todo esto, está en línea con las amenazas de Milei quien manifiestan que “la educación dejará de ser pública” o que “el aguinaldo y las vacaciones no son un derecho”.

Indudablemente, el término de blindaje también recuerda al Blindaje que hizo el gobierno de De La Rúa en el 2001. Se trató de un mega préstamo cercano a los 40.000 millones de dólares, que sirvió para postergar tan sólo unos meses la explosión de la Convertibilidad, configurando la crisis más profunda de la historia económica de nuestro país. Conceptualmente, es lo mismo que propone la blindada Bullrich, un nuevo Blindaje. Aquel, para continuar el endeudamiento y la destrucción iniciadas por la Dictadura (1976-1983) y el gobierno de Menem (1989-1999). Este, para retomar el endeudamiento, la fuga y la destrucción iniciadas por el gobierno de Macri (2015-2019). Entretanto, se ha escuchado a Milei sentenciando que la Convertibilidad fue el mejor período de la democracia, Cavallo el mejor ministro y Menem el mejor presidente.

Claro está, las amenazas no son sólo palabras. El ejercicio de Larreta como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires disminuyó en términos reales durante los últimos seis años el presupuesto en Educación un 24%, al tiempo que aumentó en 26% lo destinado a Publicidad y Propaganda. En simultáneo, mientras cerca de 10.000 personas viven en situación de calle, careciendo de una solución habitacional, existen más de 200.000 viviendas deshabitadas y un sinnúmero de proyectos inmobiliarios que no paran de construir torres, proporcionando bienes de inversión para los sectores más ricos, y favoreciendo el negocio inmobiliario cuyos beneficiarios se conoce que son Macri, Larreta y sus amigos.

Llamativamente, algunas amenazas de dichos precandidatos a presidente hasta son personalizadas. No sólo dicen que quieren terminar con el populismo, el peronismo, el kirchnerismo y todo lo que sea Nacional y Popular, sino que además cantan a coro que quieren “construir una Argentina en la que estemos todos menos Cristina”. El senador Oscar Parrilli efectúa la observación de que los cantitos de Patricia Bullrich y su gente, “no hacen otra cosa que avalar el intento de magnicidio contra la vicepresidenta”.

Larreta, por su parte, deja claro que “lo primero que voy a hacer es sacar a Grabois y a las Organizaciones Sociales”. Pues claro, lo ataca porque Juan Grabois expuso que “hay en el presupuesto de la ciudad 18.000 millones de pesos para bacheo y baldosas que misteriosamente se rompen mil veces”, advirtiendo que “detrás de cada bache hay una cometa”. Además, su gobierno es responsable de actos muy sucios como inhabilitar el tránsito sobre la calle Bolívar entre Venezuela y México, porque allí se ubica un Bar Cultural de ideología contraria a la suya. De hecho, “Lo de Néstor” es un bodegón que además de una extraordinaria calidad de comida regional, autóctona y tradicional, ofrece espectáculos de humor político y recitales de tango y folklore.

Véase que mientras el gobierno de Axel Kicillof entrega la netbook número 100.000 a través del Plan Conectar Igualdad, impulsa viajes de egresados gratuitos a destinos bonaerenses a través del Ministerio de Producción comandado por Augusto Costa, y lanza una nueva distribución del Plan Qunita, para asegurar que todos los padres y madres cuenten con los elementos necesarios para el cuidado de sus bebés, algunos intendentes del Pro amenazan con que en sus intendencias no van a distribuir dichos kits.

Mientras que los conservadores amenazan con eliminar la educación pública, los candidatos del peronismo, Grabois y Massa, aseguran que la misma es indispensable para la movilidad social ascendente, por cuanto la van a defender y ampliar, anunciando la construcción de nuevas universidades. Perón decía que el gran logro de haber quitado los aranceles, en 1949, fue que desde entonces las universidades se llenaron de hijos de obreros, cuando antes sólo podía ir el hijo del oligarca que poseía el monto necesario para pagar.

El Artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo otorga el derecho a realizar días de huelga impidiendo el descuento salarial. El mismo fue derogado por la Dictadura en 1976 y aún no ha sido restituido, conformando una enorme deuda que la democracia ininterrumpida de 40 años tiene con la clase trabajadora. Es triste no haberlo restablecido aún, pero más penoso es ponerse del lado de la dictadura como Larreta, que le otorga un premio a los docentes que no pararon pagándolo con los descuentos a los docentes que sí pararon. Es cierto, su compañero de fórmula es Gerardo Morales, gobernador de la provincia que paga los salarios docentes más bajos del país, que es promotor de una reforma constitucional que quita derechos a los pueblos originarios sobre sus tierras ancestrales, que elimina el derecho a la protesta, y que responde con sangrienta represión al fiel estilo de la dictadura.

De hecho, mientras se desarrolla la entrega del negocio del litio a los consorcios trasnacionales por parte del gobernador Morales, el peronismo propone industrializar, rehacer los contratos con las mineras y replantear el modo de extractivismo actual. Al tiempo que los conservadores plantean que el trabajo es un costo, el peronismo lo eleva como una herramienta central en la dignificación de la persona, siendo que la educación más el trabajo son el más efectivo instrumento para redistribuir mejor el ingreso. Es momento de defender nuestros derechos.