Nuestro mundo no está desierto es un programa que surge como respuesta desde la editorial a una necesidad de visibilizar a los poetas de nuestra Patria Grande que escriben, piensan y sueñan un mundo mejor y que muchas veces los medios conentrados de la comunicación tratan de invisibilizar.
Esta entrevista al poeta argentino y compañero de la editorial Acercándonos, Armando De Magdalena echa luz sobre el proyeto.
— ¿Cómo surgio la idea del programa?
— Surgió originalmente de la editorial. En principio lo que me plantearon era hacer recitales desde la plataforma de la editorial con poetas de distintas partes del continente. A mi me pareció bien pero más que un espacio de lectura de poemas me parecía más importante conversar con los poetas acerca, no solo de su obra, sino fundamentalmente de su realidad que es en definitiva la del continente.
También plantié que no lo íbamos a circunscribir tan solo a los poetas, sino que eventualmente lo podíamos hacer extensivo a otras diciplinas del arte e incluso a los intelectuales. Y esto tiene que ver con que los artistas siempre son "la nota de color", "la frutilla que adorna el postre" cuando en realidad los poetas (y los artistas por extensión) son una forma de pensamiento, una forma de inteligencia cuyo prestigio viene del fondo mismo de la historia. En mi opinión la poesía no es literatura. Hay sí, poetas que hacen literatura, pero no puede reducirse la poesía a sólo eso. La poesía como planteaba Kusch y en cierto modo Freud y muchos otros, es un pensamiento que no se mueve unicamente sobre el plano material y racional (Kusch llamaba a esto "pensamiento cojo") sino uno que se mueve tanto en un plano racional como en uno irracional y emotivo. Por eso para muchos el pensamiento poético es un pensamiento completo y no cojo.
— ¿Cuál fue la respuesta de los primeros programas?
— La respuesta de la gente me sorprendió bastante... y digo bastante porque en cierta forma la gente esta harta de la mediocridad y la superficialidad de los medios masivos y los intelectuales orgánicos del status quo. Siempre bromeo al respecto y digo que el programa está bueno no por mí ni por nosotros, sino por la calidad de nuestros invitados. Calidad que es calidad en el correcto sentido de la palabra y no calidad por ser o no reconocido por el canon de la cultura oficial imperante.
Al día de hoy hemos emitido cuatro programas (salimos todos los sabados a las 22hs. de Argentina) y alternamos un programa con un invitado de Argentina y el siguiente de otro país de Nuestra América. Claro, Nuestra América puede ser también Puerto Rico o incluso un estadounidense. No es un tema geográfico es un proyecto vital. Un tema de luchas entre paradigmas, entre culturas, entre personas, no un nacionalismo provinciano por ilustre e importante que se crea.
— ¿Cómo ha sido el primer tránsito como conductor del programa?
— Lo bueno ha sido que si bien la propuesta es una los programas son todos diferentes, no sólo porque los invitados son distintos, sino por que generalmente con cada uno la conversación deviene hacia un sitio en particular. Esta ha sido la experiencia hasta ahora y creo que va seguir profundizándose.
Estamos contentos, si bien esto conlleva un trabajo inmenso de contactar, convencer, perseguir y hasta cruzar los dedos, creo que vale la pena. Yo soy bastante exigente y autocrítico y la verdad que debo confesar que a pesar de todo, y más allá de cualquier aprobación o desaprobación, para mí tienen carácter de coleccionables. Estoy muy orgulloso de cada de una de esas charlas, mas allá de los problemas y defectos técnicos o personales, por que yo como coprotagonista sé la energía que circula mientras lo hacemos. Muchos de los invitados son amigos o gente que he conocido a lo largo de mi vida, otros obviamnete no, lo que puedo asegurar es que de todos hemos quedado amigos por esta energía de la que hablaba y que nosostros los artistas tan bien conocemos. Hay programa para rato. He dejado de hablar con nuevos invitados para descongestionar la lista que ya tenemos programada y creo que eso es lo bueno: "Nuestro mundo no está desierto" está superpoblado de gente maravillosa y eso es lo que yo comparto todos los sábados con la gente que nos ve y nos escucha.
— ¿Cómo ha sido el primer tránsito como conductor del programa? |
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