Nació en Sabaneta (Estado Barinas, Venezuela), el 28 de julio de 1954. Siendo el segundo de los seis hijos del hogar formado por Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación primaria. Creció en la humildad en un pequeño pueblo del llano venezolano, por lo que a corta edad, sus padres lo llevaron con su abuela paterna, Rosa Inés Chávez, para que se ocupara de su crianza. Desde joven se volvió un aficionado al béisbol, fue monaguillo y poseía inclinaciones por la pintura, la música, la escritura creativa y el teatro.
Los estudios primarios los realizó en el Grupo Escolar Julián Pino (1966) y posteriormente cursó el bachillerato en el Liceo Daniel Florentino O'Leary de Barinas donde obtuvo el título de Bachiller en Ciencias en 1971, durante su etapa en ese centro de estudios participa en los Campeonatos de béisbol y softbol con los Criollitos de Venezuela (1969).
Tres semanas después de obtener el título de bachiller ingresó a la Academia Militar de Venezuela del Ejército Nacional de Venezuela, donde se graduó y recibió el título de licenciado en Ciencias y Artes Militares, en la especialidad de Ingeniería, mención terrestre, egresando con el grado de subteniente, el 5 de julio de 1975. En ese mismo año realiza un curso en Comunicación, en la Escuela de Comunicación y Electrónica de las Fuerzas Armadas, ocupó el tercer lugar entre 25 alumnos.
Se destacó por obtener las más altas calificaciones en los diversos cursos que realizó en el seno de las Fuerzas Armadas. Más tarde, en el año de 1977 es ascendido a teniente y realiza el Curso Medio de Blindados del Ejército en 1979, donde ocupa el primer lugar entre todos los alumnos. Ya para el año de 1982 es ascendido a capitán, luego realiza el Curso Avanzado de Blindados en 1983 donde ocuparía nuevamente el primer lugar entre todos los alumnos, luego fue profesor de estudios superiores.
En las Fuerzas Armadas Nacionales ocupó variados cargos: Comandante del Pelotón de Comunicaciones, Batallón de Cazadores Cedeño, Barinas, Cumaná, 1975-1977. Comandante de Pelotón y Compañía de Tanques AMX-30, Batallón Blindado Bravos de Apure, Maracay 1978-1979. Comandante de Compañía y jefe del Departamento de Educación Física en la Academia Militar de Venezuela, 1980-1981. También fue jefe del Departamento de Cultura de la misma Academia en 1982.
En el año 1982 (año bicentenario del natalicio de El Libertador) crea el Ejército Bolivariano 200 (EB-200) a través del juramento simbólico de tres capitanes de la Promoción Simón Bolívar (Jesús Urdaneta Hernández, Felipe Acosta Carlés y Hugo Chávez Frías), al pie del Samán de Guere, símbolo de las tres raíces: bolivariana, robinsoniana y zamorana, de la revolución. En el año 1989 el EB-200 se transformó en MBR-200.
Comandante Fundador de la Compañía José Antonio Páez, Curso Militar, Academia Militar de Venezuela, 1983-1984. Comandante del Escuadrón de Caballería Francisco Farfán, Elorza Apure, 1985-1986. Comandante Fundador del Núcleo Cívico-Militar del Desarrollo Fronterizo Arauca-Meta, 1986 a 1988. Jefe de Ayudantía del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Palacio Blanco, Miraflores, 1988-1989. Oficial de Asuntos Civiles, Brigada de Cazadores, Maturín, 1990.
Participó en el Curso Internacional de Guerras Políticas realizado en Guatemala en 1988. Luego cursa una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar en los años 1989 y 1990, tesis por terminar. Continuó luego su brillante carrera militar en las Fuerzas Armadas hasta ascender al grado de teniente coronel en 1990. Por último, realiza un Curso de Comando y Estado Mayor en la Escuela Superior del Ejército en los años de 1991 y 1992, es este periodo también comanda el Batallón de Paracaidistas Coronel Antonio Nicolás Briceño, Cuartel Páez, Maracay.
El 4 de febrero de 1992 unos 2.357 jóvenes militares guiados por Chávez, entonces teniente coronel, se alzaron contra el paquete de medidas económicas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI) implementadas por el presidente venezolano de la época, Carlos Andrés Pérez. Los participantes pertenecían a 10 batallones de las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Capital. Muchos de los integrantes del grupo formaban parte del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, cuya ideología política estaba basada en el pensamiento de Simón Bolívar.
En Maracaibo, Francisco Arias Cárdenas logró apoderarse de la sede del gobierno regional y toma prisionero al Gobernador del Zulia, Oswaldo Álvarez Paz. En Caracas, Chávez establece su centro de operaciones en la sede del Museo Histórico Militar, ubicado en La Planicie, en inmediaciones del Palacio de Miraflores, mientras que sus fuerzas toman la estación estatal Venezolana de Televisión. Otro grupo se enfrenta a la Guardia Nacional en La Casona, mientras que otros intentaron tomar el Palacio de Miraflores.
El intento por derrocar al gobierno de Pérez y orientar la vida del país por un camino de justicia social falló, y todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión.
La causa fue sobreseída y los militares fueron puestos en libertad dos años después, durante la presidencia de Rafael Caldera.
Chávez, tras ser aprehendido el mismo día de la rebelión, agradeció “a los valientes soldados” del Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia su valentía en la operación: “Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital (...) Nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor.”
El recuento de muertos se dio a conocer el día 5 de febrero. De acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de la Defensa, hubo 14 muertos y 53 heridos.
Los combatientes en Valencia y Maracay se rindieron, mientras Chávez era llevado prisionero al Cuartel San Carlos al norte de Caracas. Al día siguiente de la rebelión, el expresidente Rafael Caldera, parlamentario y principal dirigente del Partido Social Cristiano COPEI (COPEI), dirigió un discurso ante el Congreso en el que atacó duramente a Pérez, justificando en cierta forma el alzamiento militar.
A los pocos días, el gobierno decide trasladarlo a una cárcel ubicada en San Francisco de Yare, estado Miranda. El 27 de noviembre de ese mismo año otro grupo de oficiales, generalmente de la Fuerza Aérea, se sublevan infructuosamente contra el gobierno. Todos estos hechos debilitaron al gobierno de Pérez. Se inició un juicio en el Congreso que culminaría con su remoción de la presidencia el 20 de mayo de 1993, acusándolo de corrupción.
Pocos meses después Caldera se deslinda del COPEI, fundó “Convergencia” y se lanza a la candidatura para las elecciones presidenciales de 1993, las cuales ganó, mientras que Chávez, desde la cárcel llamó a la abstención.
Chávez, junto con los principales líderes de la intentona, pasó 2 años en la prisión de San Francisco de Yare esperando juicio. Allí coescribió “Cómo salir del laberinto”, mientras su popularidad aumentaba.
En el año 1994, como consecuencia de las demandas del pueblo venezolano, el entonces presidente Rafael Caldera le concede la libertad al líder del levantamiento, otorgándole a él y a varios de sus compañeros de lucha el sobreseimiento de la causa que los mantenía prisioneros. Sale de prisión el 26 de marzo de 1994, a partir de entonces se inició un nuevo capítulo en la historia de las luchas populares venezolanas.
De la cárcel, lugar donde se consagró al estudio, reflexión y análisis de la realidad nacional e internacional, salió a recorrer todos los confines de su amada Venezuela, reivindicando predicamentos libertarios y justicieros que fueron compartidos por vastos sectores de la población. Para llevar a cabo su programa popular al poder funda entonces, junto con un calificado grupo de armas, el Movimiento V República.
Chávez asumió por primera vez la presidencia de Venezuela en enero de 1999, tras derrotar en los comicios celebrados el 6 de diciembre de 1998 al empresario y economista Henrique Salas Römer, por entonces gobernador del petrolero estado Zulia, quien fue postulado por Proyecto Venezuela, un partido que él mismo fundó.
Salas Römer recibió a última hora el respaldo del socialdemócrata Partido Acción Democrática (AD) y del socialcristiano Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), que se habían repartido el poder en Venezuela desde los años 60, pero sólo recibió 2,6 millones de votos, equivalentes al 39,97 por ciento.
Junto a Diego Maradona en el NO AL ALCA, Estadio Mundialista Mar del Plata
Por su parte, Chávez, quien concurrió respaldado por el Movimiento V República (MVR) y apoyado por varias organizaciones agrupadas en el Polo Patriótico, fue electo con 3.673.685 votos, cifra equivalente al 56,2 por ciento de los sufragios válidos, siendo este resultado el segundo mayor porcentaje obtenido por un candidato presidencial durante las cuatro décadas anteriores en Venezuela.
En febrero de 1999 asume la primera magistratura y promete realizar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución que estuviere acorde a los nuevos tiempos venezolanos, de hecho se realizó y puso su cargo a la orden del órgano Supraconstitucional (todo esto bajo un régimen de paz y Democracia), el 9 de agosto de ese mismo año La Asamblea Nacional Constituyente le vuelve a tomar juramento como primer Mandatario de la República de Venezuela.
En diciembre de este mismo año (1999) el día 15 el pueblo venezolano va a un referéndum para decidir si se aprueba la nueva Constitución Bolivariana de Venezuela a través del sufragio directo, universal y secreto. Dicha propuesta fue respaldada de manera mayoritaria quedando publicada en Gaceta Oficial el 30 de diciembre de 1999. Se reinstaura con ello una sociedad democrática, participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural; enmarcada en un Estado descentralizado y de justicia federal que asegura el derecho a la vida, al trabajo, la cultura, la educación, la justicia social y la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.
Este hecho convirtió a Chávez en el propulsor de un nuevo ciclo histórico para Venezuela, en virtud de que con él, las viejas estructuras de poder se agrietaron, cedieron y terminaron por colapsar; surgiendo entonces, por todos los poros de la sociedad, fuerzas y corrientes alternativas de cambio impregnadas de esperanzadoras demandas e inéditos desafíos.
La nueva Carta Magna estableció períodos presidenciales de seis años —en lugar de los cinco aprobados hasta entonces-, que comenzarían siempre el 10 de enero del año siguiente a la elección del mandatario. Sobre las nuevas bases establecidas en el texto constitucional, el 30 de julio del 2000 se efectuaron elecciones generales, en las que, además del Jefe del Estado, la población votó para elegir a gobernadores, alcaldes y diputados al Parlamento. Como mandatario en funciones, Chávez concurrió para optar por la reeleción en estos comicios, que como dato curioso no contó con candidatos de los tradicionales AD y Copei.
El principal contrincante del presidente fue Francisco Arias Cárdenas, su compañero de armas y amigo personal, participante en la rebelión de militares progresistas que lideró Chávez en 1992, pero distanciado en ese entonces del jefe del Estado. En su campaña, Arias Cárdenas se presentaba como el candidato del consenso para todos los sectores de la sociedad y llegó a declarar que la Revolución Bolivariana se había desviado de sus orígenes. Sin embargo, en la cita, Chávez fue reelegido al obtener 3.757.773 votos, cifra equivalente al 59,76 por ciento de los sufragios, mientras que por Arias Cárdenas optaron algo más de 2,3 millones de votos, el 37,52 por ciento del total. Años después, Arias Cárdenas y Chávez se reconciliaron.
El 19 de agosto de 2000 toma juramento nuevamente como primer mandatario ante la nueva Asamblea Nacional de Venezuela para el periodo 2000-2006, de esta forma se convierte en el último Presidente venezolano del siglo XX y el primero del nuevo milenio.
A partir del año 2000 se da inicio a la V República, donde se aspira transformar pacíficamente las bases tradicionales del Estado por un nuevo modelo, revolucionario y pacífico.
Dos grupos importantes de leyes habilitantes fueron activados por el presidente Hugo Chávez entre los años 1999 y 2001. Entre ellas destacan las leyes tributarias, la eliminación de algunos organismos públicos, la modernización de los trámites administrativos y las relaciones entre el Estado y el sector privado.
Durante el 2001 el presidente también concreta la creación del sistema microfinanciero, así como de las leyes que regulan las actividades productivas del sector privado. Asimismo, se reforma la Ley de Hidrocarburos y se crea el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela. Se retoma de este modo la industria petrolera como empresa perteneciente a la Nación. Asimismo, se diseña el documento Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007 el cual se fundamenta en la interacción de los cinco ejes de equilibrio: el económico, el social, el político, el territorial y el internacional. De esta forma, Venezuela se convirtió en el primer país del continente que logró construir un programa estratégico económico-social fuera de las recetas de los organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial diseñadas para América Latina y el Caribe.
El año 2002 estuvo marcado por el Golpe de Estado del 11 de abril engendrado desde el llamado a paro laboral promovido por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECAMARAS), la Central de Trabajadores de Venezuela, partidos políticos de derecha y sectores militares contrarios a la transformación de la sociedad.
La planificación y puesta en ejecución del plan golpista contó con la aprobación y el apoyo del Gobierno Estadounidense bajo conducción de la administración Bush. Su objetivo principal fue impedir la ejecución de las Leyes Habilitantes para dar al traste con la adecuación del Estado y la sociedad Venezolana a los tiempos de Revolución Socialista.
La activación de la plataforma opositora Nacional junto a las redes de apoyo internacional de esta, propiciaron los nefastos acontecimientos del 11 y 12 de abril, donde los sectores de derecha empleando el poder de los medios de comunicación, tendieron una celada a sus propios partidarios dirigiéndoles a un escenario de conflicto. A través del uso de francotiradores y elementos policiales que accionaron contra partidarios del gobierno y de la oposición indiscriminadamente; hubo decenas de muertos y heridos como justificación para el pronunciamiento de efectivos militares apátridas quienes se declararon en abierta insubordinación contra la democracia y las instituciones del pueblo.
El pueblo al reconocer las luchas del Gobierno Bolivariano como suyas, desde un principio se lanzó a la calle en respaldo a la gestión del Presidente Chávez, millones de venezolanos usaron la verdad y fortaleza de la unidad popular para exigir la liberación del legítimo Mandatario Nacional.
Afortunadamente al igual que en el pasado, las Fuerzas Armadas como representación del pueblo uniformado, los militares conscientes herederos de la tradición Bolivariana deciden ponerse de lado de las mayorías, y una a una las guarniciones militares desobedecen el Gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga decidiendo plegarse a al clamor del pueblo y emprender la operación rescate de la dignidad, que terminaría con el regreso de Chávez, de la Isla la Orchila desde donde se pretendía expulsarle del país.
La jornada del 13 de abril definió para siempre, una de las principales fortalezas del Gobierno Bolivariano: La unidad cívico militar, que tuvo su prueba de fuego en el año 2002 y que se ha mantenido alerta ante las pretensiones del gran capital y la burguesía nacional de borrar la experiencia exitosa del Socialismo Bolivariano.
En el argot popular la población identificada con el proceso de cambio social a la hora de evocar los sucesos del golpe de estado ha construido el siguiente refrán “Cada 11 tiene su 13".
Posteriormente, el presidente invoca al diálogo constructivo en bien del país. Como medida singular, Hugo Chávez pide perdón por los errores que hubiera cometido. No obstante, las apetencias políticas de los grupos opositores vuelven a insistir en la salida violenta del Jefe de Estado y promueven el golpe petrolero. Nuevamente Chávez debe afrontar duras circunstancias debido a que la mayor parte de la dirigencia petrolera, en acto calificado como traición a la patria, inflige daños severos a la población, mediante el secuestro técnico de la industria.
En el 2003 el Presidente Hugo Chávez Frías, en conjunto con el pueblo y las fuerzas militares, toma una serie de decisiones encaminadas a contrarrestar el ataque de la contrarrevolución interna y las potencias occidentales. A pesar del sabotaje petrolero, durante el año 2003 PDVSA incrementó sus ganancias en 1.500 millones de dólares, alcanzando un ahorro de 3.100 millones de dólares. A raíz del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y del sabotaje petrolero de diciembre del mismo año, el gobierno de Hugo Chávez Frías desarrolló una campaña internacional para informar al mundo sobre la verdadera situación política y económica venezolana, logrando de esta manera aclarar algunas informaciones falsas o manipuladas que confundieron a muchos líderes y pueblos de otras esferas. Asimismo, la política exterior venezolana logró extenderse con la firma de convenios bilaterales en materia energética, agroalimentaria, comercial, industrial promovidos por la política gubernamental del Presidente.
Durante el resto del año 2003, la oposición continuó sus marchas, disturbios y cacerolazos promovidos por la Coordinadora Democrática, los canales de televisión, la patronal Fedecámaras y sus empresarios aglutinados, además del sindicato CTV y la iglesia católica, para forzar la renuncia de Chávez.
Finalmente, y ante la incapacidad de derrocar al presidente por medios violentos, la oposición, agrupada en una coalición denominada Coordinadora Democrática, aceptó la opción del plebiscito, contemplada en la Constitución Bolivariana de 1999.
Después de muchos debates y cuestionamientos mutuos, en mayo de 2004 la oposición logró reunir 2.436.830 firmas, monto mínimo establecido por la constitución como requisito para convocar un referendo, que el Consejo Nacional Electoral fijó para 15 de agosto de ese año.
En el referendo, que la oposición llamó revocatorio y los chavistas calificaron de ratificatorio, se escrutaron 9.789.637 votos válidos, de un padrón electoral integrado por poco más de 14 millones de electores, y tampoco por la vía electoral la oposición logró esta vez derrocar al presidente, pues por el NO, es decir, contra la destitución, se pronunciaron 5.800.629 venezolanos, para el 59,10 por ciento del total, mientras la opción contraria recibió 3.989.008 sufragios, el 40,64 por ciento.
El 2005 estuvo marcado por el salto hacia la construcción del socialismo del Siglo XXI, donde la gestión gubernamental del presidente Hugo Chávez logró posicionar la influencia y expansión de las misiones sociales. Estos programas masivos contribuyeron con el nacimiento de la nueva institucionalidad y la nueva visión social que fundamenta el proceso revolucionario, puesto que conforman estructuras emergentes que dan viabilidad a un cambio institucional donde varias organizaciones trascienden los ámbitos exclusivos de competencia para lograr un fin común.
Asimismo, con la finalidad de romper con los patrones tradicionales de la economía mundial, la gestión del presidente Hugo Chávez logró que la República Bolivariana de Venezuela comenzara a caminar de manera autónoma e independiente del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entes promotores de las políticas neoliberales del imperio.
En este sentido, comenzó a ser una realidad la propuesta ideada e impulsada por el Presidente de la República: nace la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA), promoviendo la verdadera unión de los pueblos para contrarrestar los efectos del Tratado del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Otro aspecto que representó un avance fundamental para Venezuela, fue el inicio del proceso de ingreso al Mercosur y la aceleración de medidas que permitieron la ubicación del Producto Interno Bruto en un 9,4% durante el año 2005, marcando nueve trimestres consecutivos de crecimiento económico sostenido. Igualmente, se incrementó la producción del hierro, el aluminio y el acero batiendo récords históricos; se incrementó la producción agrícola en distintos rubros, el comercio y la inversión internacional, entre otros. La inflación cerró en 14,4% este año.
Una vez vencido el período constitucional de seis años, el Poder Electoral convocó para el domingo 3 de diciembre de 2006 elecciones presidenciales. A partir de todos los fracasos anteriores, los sectores opositores llegaron a la conclusión de que es imposible vencer a Chávez en las urnas si no se presenta un candidato único y decidieron escogerlo entre todos los que aspiraban al cargo, en elecciones primarias convocadas para el mes de agosto, pero que finalmente no se realizaron.
Fue Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia y candidato del partido Un Nuevo Tiempo, quien fue elegido “a dedo” para representar a todas las formaciones políticas opositoras en esos comicios.
Entre sus antecedentes políticos figura su firma en nombre de todos los gobernadores en respaldo del decreto que nombró presidente de la República al golpista Pedro Carmona Estanga en abril de 2002, acción sobre la cual dijo años más tarde que fue “un momento de confusión” y que lo hizo “con la mejor de las intenciones por el bienestar del país”.
El apoyo de 44 formaciones políticas opositoras tampoco fue suficiente esta vez y el día de las elecciones votaron por Manuel Rosales 4.292.466 venezolanos, equivalentes al 36,91 por ciento de los votos válidos, mientras que Chávez fue reelegido nuevamente con el favor de 7.309.080 electores, el 62,85 por ciento del total del padrón.
Años después, en abril de 2009 Rosales fue formalmente acusado de enriquecimiento ilícito durante su gestión como gobernador de Zulia, pero el juicio no llegó a efectuarse debido a que viajó a Perú, donde solicitó asilo político.
El año 2006 trajo consigo una nueva oportunidad para ratificar tanto la legitimidad democrática, como la trascendencia y la prolongación del Proyecto Simón Bolívar 2000 a través de la participación popular.
Del mismo modo, con el objetivo de fortalecer la soberanía económica de Venezuela y dirigir los ingresos petroleros hacia el fortalecimiento de los planes sociales de gobierno, PDVSA invirtió —en el marco del Plan Siembra Petrolera- 5 mil 940 millones de dólares en el país, para el desarrollo del Proyecto Delta Caribe del Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho y la infraestructura del gasoducto transoceánico (Colombia, Panamá y Venezuela), así como para el desarrollo del sub-proyecto Magna Reserva dirigido al tratamiento de la Faja Petrolífera del Orinoco.
Con el objeto de corregir los percances presentados en el seno de la administración pública y organizaciones políticas, en el proceso de consolidación del socialismo bolivariano, el Comandante Chávez presentó a la sociedad venezolana, la propuesta de revisión, rectificación y reimpulso de los programas y proyectos del Gobierno Bolivariano, en pro de la consolidación del modelo de sociedad que enarbole los valores de justicia social y solidaridad propios del socialismo.
Asimismo, el Ejecutivo Nacional ofreció el significado de cada una de las R y explicó: “Revisión es volver a ver todo, empezando por el gobierno y primerito por Hugo Rafael Chávez Frías”. “La revisión debe llevar no sólo los ejercicios teóricos sino que debe llevar a rectificar las ideas y el reimpulso es reimpulso de la moral, es revolucionar en todos los ámbitos.
El Presidente Chávez también consideró que “estas tres R tienen que ser aplicables en lo social, en lo moral, en los gobiernos locales, regionales, en la política internacional, en los procedimientos burocráticos que tenemos”.
Durante la emisión del “Aló Presidente” el primero del año se presentó el nuevo equipo de trabajo y llamó a los sectores que lo respaldan y a los que lo rechaza a trabajar juntos sobre todo a la clase media que a su parecer se encuentra la mayor parte de las personas que no lo respalda la llamó a incorporarse a la revolución, este sector siempre fue visto por él como parte de la oligarquía venezolana, llamó a los pequeños y medianos empresarios e incluso a los grandes productores que siempre lo han visto como enemigo, incluso llamó a la burguesía nacional a trabajar por el país.
Además como una muestra de la aplicación de cambios en la forma de concebir la política, en las elecciones a gobernadores y alcaldes del 2008, los candidatos no fueron seleccionados a dedo sino por las comunidades, se relanzó el polo patriótico para las elecciones, llamó a luchar por la inseguridad y la corrupción administrativa, por otro lado anunció para el 12 de enero el congreso del PSUV, como estructura política de vanguardia en el proceso político que atraviesa el país, también promulgó la Ley de amnistía donde dejó libre a muchos que estuvieron involucrados en el golpe del 11 de abril del 2002 y otros hechos de violencia contra el Gobierno y la sociedad venezolana.
Gracias a la implementación de las tres R, la alianza de las fuerzas progresistas mantuvo el control político de la mayoría de las gobernaciones y alcaldías a nivel nacional, en los comicios regionales celebrados en el año 2008.
En el marco de la celebración de los diez años transcurridos desde la asunción del comandante Hugo Chávez a la Presidencia de la República aparece este discurso que representa el informe de gestión del Gobierno Bolivariano durante el año 2008. Todos los años, ante el cuerpo legislativo, el presidente Hugo Chávez realizó esta presentación y dio a conocer los principales logros de su gestión de gobierno. Sin embargo, en esta ocasión, la exposición presidencial se realiza en un momento particularmente histórico: la primera década de la Constitución Bolivariana —la carta de navegación aprobada por el pueblo en 1999- y los primeros veinte años de la Revolución —a partir de la explosión de Caracas en 1989.
Los logros revolucionarios que el Presidente enumera en su discurso corresponden, principalmente, al año 2008, pero se entienden en este contexto y se insertan en el sentido que ha tomado la marcha nacional, con la Constitución y el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el primer plan socialista de la nación.
En su alocución, el presidente Chávez no sólo coloca estos logros en el plano de lo concreto, de las cifras inexorables: nuevas universidades, sistemas de riego, crecimiento de la economía, más tierras cultivadas, aumento del Índice de Desarrollo Humano, de la esperanza de vida, reducción drástica de la pobreza y de la desigualdad —medida a través del llamado Índice de Gini-; las impresionantes estadísticas de las misiones sociales, convertidas en el núcleo central de la política del gobierno revolucionario, entre otros.
Expresa también las ideas que sustentan y permiten la obtención de estos logros, destinados a alcanzar la mayor suma de felicidad posible. Se trata de ideas fundamentales del pensamiento revolucionario que entiende el poder, por ejemplo, no como un fin, sino como “un instrumento para hacer justicia y, además, un instrumento para redistribuirlo y cada día transferirle mayores cuotas de poder político, económico, al pueblo, a la mayoría, a la nación”. El lazo, la conexión entre ideas y cifras —que más que cifras son logros con rostros, nombres y esperanzas- permiten una mayor comprensión del proyecto bolivariano.
Permite, además, el optimismo sobre el rumbo de Venezuela. Y facilita una visión más amplia del contexto en el cual surge la propuesta histórica de una enmienda constitucional que otorgue al pueblo un poder adicional: ante un buen gobierno, la posibilidad de reelegir a un gobernante, conservando siempre el poder de revocarle o de no reelegirlo en su momento.
En las elecciones del 7 de octubre de 2012, Chávez se presentó a reelección nuevamente teniendo como principal adversario a Henrique Capriles Radonski, del partido Primero Justicia, quien fue elegido candidato único de la mayoría de las formaciones opositoras agrupadas en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las primarias del 12 de febrero pasado. Aunque a la cita concurrieron otros cinco aspirantes, la contienda se centró entre el mandatario y el candidato de la MUD, los únicos con posibilidades reales de resultar elegidos.
En esos comicios se jugó el futuro de la Patria, según ha proclamó Chávez en numerosas oportunidades, y argumentó que el programa de su oponente está dirigido a desmontar todo lo logrado por la Revolución Bolivariana desde enero de 1999 y volver a privatizar las principales industrias, especialmente la petrolera y entregar el país a las transnacionales estadounidenses y europeas.
Empresas consultoras de todos los colores políticos y con destacada trayectoria profesional toman el pulso desde hace meses a la opinión pública nacional y todas coinciden al pronosticar la reelección del mandatario con ventajas que oscilan de unas a otras entre los 15 y 25 puntos porcentuales.
Desde mediados del año, en prácticamente todas las actividades públicas de su campaña, el líder bolivariano insiste en la necesidad de que en su trabajo proselitista los activistas de su comando electoral vayan más allá de los chavistas convencidos y se acerquen a la clase media, a los indecisos.
El viernes 10 de junio es intervenido quirúrgicamente en La Habana donde se encontraba para la XI Comisión Intergubernamental de Cooperación Cuba-Venezuela. Según un comunicado oficial del gobierno venezolano al Presidente Chávez se le descubrió la existencia de un absceso pélvico que ameritó la decisión de Chávez de someterse de manera inmediata a un procedimiento quirúrgico correctivo.
Un comunicado dado a conocer al pueblo venezolano y a la comunidad internacional por el propio Presidente Hugo Chávez Frías el 30 de junio refiere que luego de esta operación, fueron apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras formaciones celulares no detectadas hasta entonces.
El 4 de julio regresa a Caracas tras estar varias semanas en Cuba a causa de una intervención quirúrgica, es recibido por el pueblo en un emotivo acto realizado en el Palacio Miraflores, el presidente venezolano le habla a sus seguidores desde el Balcón del Pueblo. El 5 de julio encabeza desde el Palacio de Miraflores los actos conmemorativos del Bicentenario y del Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. El 8 de julio Chávez anunciaba la creación del Ministerio de la Juventud designando a Mari Pili Hernández ministra el mismo.
El 22 de febrero de 2012 Chávez informó que volvería a La Habana para operarse, tras detectarse una lesión de dos centímetros de diámetro en el mismo lugar en el que se le extrajo el tumor en junio del 2011 aunque precisó que el cáncer no se había diseminado y se encontraba libre de afectaciones.
A través de una transmisión desde el Palacio Presidencial de Miraflores en Caracas, el 8 de diciembre de 2012, Hugo Chávez, anunció que tras una revisión médica exhaustiva debería someterse a una nueva intervención quirúrgica la cual se volvería a realizar en Cuba.
Por unanimidad, y en sesión extraordinaria, los integrantes de la Asamblea Nacional lo autorizaron a ausentarse del país y viajar a Cuba, para someterse a intervención quirúrgica.
A las 1:30 de la mañana del 10 de diciembre de 2012, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, viajó a La Habana y el día 11 el ministro de Información y Comunicación, Ernesto Villegas, mantuvo informado a Venezuela y el mundo sobre el desarrollo del proceso operatorio a través de varios comunicados a lo largo de día. En cadena oficial, el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro informó en horas de la noche del 11 de diciembre la culminación del proceso operatorio y el inicio del postoperatorio y recuperación.
El 5 de marzo de 2013, a las 4:25 p. m., según el parte oficial, fallece el presidente Hugo Chávez debido a las graves condiciones de salud que poseía tras su última operación quirúrgica. La noticia fue divulgada de forma oficial por el vicepresidente de Venezuela Nicolás Maduro desde el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo (de Caracas), donde se encontraba ingresado el mandatario venezolano desde mediados de febrero de 2013.
Relaciones con Cuba
El vínculo entre Chávez y Cuba se inició incluso antes de Chávez fuera electo presidente.
Su primera visita a Cuba se produjo en diciembre de 1994 cuando en aquel entonces, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías, en un gesto de valentía, aceptó la invitación que desde Cuba le cursara el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler y a La Habana fue cargado de sueños y convicciones y, sobre todo, con el ansia de comenzar a construir lo que devino indestructible amistad a prueba de piruetas políticas.
Desde que puso sus pies en la losa del aeropuerto internacional José Martí, expresó: Yo no merezco este honor, aspiro a merecerlo algún día en los meses y en los años por venir.
Durante su mandato presidencial, comprendido entre 1999 y 2013, año en que fallece, las relaciones entre Venezuela y Cuba fueron una prioridad para el gobierno de Chávez, las que se fortalecieron mediante la firma de varios acuerdos y convenios que ayudaron a establecer un puente bilateral entre las dos naciones.
Los estudios primarios los realizó en el Grupo Escolar Julián Pino (1966) y posteriormente cursó el bachillerato en el Liceo Daniel Florentino O'Leary de Barinas donde obtuvo el título de Bachiller en Ciencias en 1971, durante su etapa en ese centro de estudios participa en los Campeonatos de béisbol y softbol con los Criollitos de Venezuela (1969). Se destacó por obtener las más altas calificaciones en los diversos cursos que realizó en el seno de las Fuerzas Armadas. Más tarde, en el año de 1977 es ascendido a teniente y realiza el Curso Medio de Blindados del Ejército en 1979, donde ocupa el primer lugar entre todos los alumnos. Ya para el año de 1982 es ascendido a capitán, luego realiza el Curso Avanzado de Blindados en 1983 donde ocuparía nuevamente el primer lugar entre todos los alumnos, luego fue profesor de estudios superiores. En las Fuerzas Armadas Nacionales ocupó variados cargos: Comandante del Pelotón de Comunicaciones, Batallón de Cazadores Cedeño, Barinas, Cumaná, 1975-1977. Comandante de Pelotón y Compañía de Tanques AMX-30, Batallón Blindado Bravos de Apure, Maracay 1978-1979. Comandante de Compañía y jefe del Departamento de Educación Física en la Academia Militar de Venezuela, 1980-1981. También fue jefe del Departamento de Cultura de la misma Academia en 1982. En el año 1982 (año bicentenario del natalicio de El Libertador) crea el Ejército Bolivariano 200 (EB-200) a través del juramento simbólico de tres capitanes de la Promoción Simón Bolívar (Jesús Urdaneta Hernández, Felipe Acosta Carlés y Hugo Chávez Frías), al pie del Samán de Guere, símbolo de las tres raíces: bolivariana, robinsoniana y zamorana, de la revolución. En el año 1989 el EB-200 se transformó en MBR-200. Comandante Fundador de la Compañía José Antonio Páez, Curso Militar, Academia Militar de Venezuela, 1983-1984. Comandante del Escuadrón de Caballería Francisco Farfán, Elorza Apure, 1985-1986. Comandante Fundador del Núcleo Cívico-Militar del Desarrollo Fronterizo Arauca-Meta, 1986 a 1988. Jefe de Ayudantía del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, Palacio Blanco, Miraflores, 1988-1989. Oficial de Asuntos Civiles, Brigada de Cazadores, Maturín, 1990. Participó en el Curso Internacional de Guerras Políticas realizado en Guatemala en 1988. Luego cursa una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar en los años 1989 y 1990, tesis por terminar. Continuó luego su brillante carrera militar en las Fuerzas Armadas hasta ascender al grado de teniente coronel en 1990. Por último, realiza un Curso de Comando y Estado Mayor en la Escuela Superior del Ejército en los años de 1991 y 1992, es este periodo también comanda el Batallón de Paracaidistas Coronel Antonio Nicolás Briceño, Cuartel Páez, Maracay. El 4 de febrero de 1992 unos 2.357 jóvenes militares guiados por Chávez, entonces teniente coronel, se alzaron contra el paquete de medidas económicas neoliberales del Fondo Monetario Internacional (FMI) implementadas por el presidente venezolano de la época, Carlos Andrés Pérez. Los participantes pertenecían a 10 batallones de las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Capital. Muchos de los integrantes del grupo formaban parte del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, cuya ideología política estaba basada en el pensamiento de Simón Bolívar. En Maracaibo, Francisco Arias Cárdenas logró apoderarse de la sede del gobierno regional y toma prisionero al Gobernador del Zulia, Oswaldo Álvarez Paz. En Caracas, Chávez establece su centro de operaciones en la sede del Museo Histórico Militar, ubicado en La Planicie, en inmediaciones del Palacio de Miraflores, mientras que sus fuerzas toman la estación estatal Venezolana de Televisión. Otro grupo se enfrenta a la Guardia Nacional en La Casona, mientras que otros intentaron tomar el Palacio de Miraflores. El intento por derrocar al gobierno de Pérez y orientar la vida del país por un camino de justicia social falló, y todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión. La causa fue sobreseída y los militares fueron puestos en libertad dos años después, durante la presidencia de Rafael Caldera. Chávez, tras ser aprehendido el mismo día de la rebelión, agradeció “a los valientes soldados” del Regimiento de Paracaidistas de Aragua y en la Brigada Blindada de Valencia su valentía en la operación: “Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital (...) Nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas situaciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor.” El recuento de muertos se dio a conocer el día 5 de febrero. De acuerdo a cifras oficiales del Ministerio de la Defensa, hubo 14 muertos y 53 heridos. Los combatientes en Valencia y Maracay se rindieron, mientras Chávez era llevado prisionero al Cuartel San Carlos al norte de Caracas. Al día siguiente de la rebelión, el expresidente Rafael Caldera, parlamentario y principal dirigente del Partido Social Cristiano COPEI (COPEI), dirigió un discurso ante el Congreso en el que atacó duramente a Pérez, justificando en cierta forma el alzamiento militar. A los pocos días, el gobierno decide trasladarlo a una cárcel ubicada en San Francisco de Yare, estado Miranda. El 27 de noviembre de ese mismo año otro grupo de oficiales, generalmente de la Fuerza Aérea, se sublevan infructuosamente contra el gobierno. Todos estos hechos debilitaron al gobierno de Pérez. Se inició un juicio en el Congreso que culminaría con su remoción de la presidencia el 20 de mayo de 1993, acusándolo de corrupción. En el año 1994, como consecuencia de las demandas del pueblo venezolano, el entonces presidente Rafael Caldera le concede la libertad al líder del levantamiento, otorgándole a él y a varios de sus compañeros de lucha el sobreseimiento de la causa que los mantenía prisioneros. Sale de prisión el 26 de marzo de 1994, a partir de entonces se inició un nuevo capítulo en la historia de las luchas populares venezolanas. De la cárcel, lugar donde se consagró al estudio, reflexión y análisis de la realidad nacional e internacional, salió a recorrer todos los confines de su amada Venezuela, reivindicando predicamentos libertarios y justicieros que fueron compartidos por vastos sectores de la población. Para llevar a cabo su programa popular al poder funda entonces, junto con un calificado grupo de armas, el Movimiento V República. Chávez asumió por primera vez la presidencia de Venezuela en enero de 1999, tras derrotar en los comicios celebrados el 6 de diciembre de 1998 al empresario y economista Henrique Salas Römer, por entonces gobernador del petrolero estado Zulia, quien fue postulado por Proyecto Venezuela, un partido que él mismo fundó. Salas Römer recibió a última hora el respaldo del socialdemócrata Partido Acción Democrática (AD) y del socialcristiano Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), que se habían repartido el poder en Venezuela desde los años 60, pero sólo recibió 2,6 millones de votos, equivalentes al 39,97 por ciento. Por su parte, Chávez, quien concurrió respaldado por el Movimiento V República (MVR) y apoyado por varias organizaciones agrupadas en el Polo Patriótico, fue electo con 3.673.685 votos, cifra equivalente al 56,2 por ciento de los sufragios válidos, siendo este resultado el segundo mayor porcentaje obtenido por un candidato presidencial durante las cuatro décadas anteriores en Venezuela. En febrero de 1999 asume la primera magistratura y promete realizar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución que estuviere acorde a los nuevos tiempos venezolanos, de hecho se realizó y puso su cargo a la orden del órgano Supraconstitucional (todo esto bajo un régimen de paz y Democracia), el 9 de agosto de ese mismo año La Asamblea Nacional Constituyente le vuelve a tomar juramento como primer Mandatario de la República de Venezuela. En diciembre de este mismo año (1999) el día 15 el pueblo venezolano va a un referéndum para decidir si se aprueba la nueva Constitución Bolivariana de Venezuela a través del sufragio directo, universal y secreto. Dicha propuesta fue respaldada de manera mayoritaria quedando publicada en Gaceta Oficial el 30 de diciembre de 1999. Se reinstaura con ello una sociedad democrática, participativa, protagónica, multiétnica y pluricultural; enmarcada en un Estado descentralizado y de justicia federal que asegura el derecho a la vida, al trabajo, la cultura, la educación, la justicia social y la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna. Este hecho convirtió a Chávez en el propulsor de un nuevo ciclo histórico para Venezuela, en virtud de que con él, las viejas estructuras de poder se agrietaron, cedieron y terminaron por colapsar; surgiendo entonces, por todos los poros de la sociedad, fuerzas y corrientes alternativas de cambio impregnadas de esperanzadoras demandas e inéditos desafíos. La nueva Carta Magna estableció períodos presidenciales de seis años —en lugar de los cinco aprobados hasta entonces-, que comenzarían siempre el 10 de enero del año siguiente a la elección del mandatario. Sobre las nuevas bases establecidas en el texto constitucional, el 30 de julio del 2000 se efectuaron elecciones generales, en las que, además del Jefe del Estado, la población votó para elegir a gobernadores, alcaldes y diputados al Parlamento. Como mandatario en funciones, Chávez concurrió para optar por la reeleción en estos comicios, que como dato curioso no contó con candidatos de los tradicionales AD y Copei. El principal contrincante del presidente fue Francisco Arias Cárdenas, su compañero de armas y amigo personal, participante en la rebelión de militares progresistas que lideró Chávez en 1992, pero distanciado en ese entonces del jefe del Estado. En su campaña, Arias Cárdenas se presentaba como el candidato del consenso para todos los sectores de la sociedad y llegó a declarar que la Revolución Bolivariana se había desviado de sus orígenes. Sin embargo, en la cita, Chávez fue reelegido al obtener 3.757.773 votos, cifra equivalente al 59,76 por ciento de los sufragios, mientras que por Arias Cárdenas optaron algo más de 2,3 millones de votos, el 37,52 por ciento del total. Años después, Arias Cárdenas y Chávez se reconciliaron. El 19 de agosto de 2000 toma juramento nuevamente como primer mandatario ante la nueva Asamblea Nacional de Venezuela para el periodo 2000-2006, de esta forma se convierte en el último Presidente venezolano del siglo XX y el primero del nuevo milenio. A partir del año 2000 se da inicio a la V República, donde se aspira transformar pacíficamente las bases tradicionales del Estado por un nuevo modelo, revolucionario y pacífico. Dos grupos importantes de leyes habilitantes fueron activados por el presidente Hugo Chávez entre los años 1999 y 2001. Entre ellas destacan las leyes tributarias, la eliminación de algunos organismos públicos, la modernización de los trámites administrativos y las relaciones entre el Estado y el sector privado. Durante el 2001 el presidente también concreta la creación del sistema microfinanciero, así como de las leyes que regulan las actividades productivas del sector privado. Asimismo, se reforma la Ley de Hidrocarburos y se crea el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela. Se retoma de este modo la industria petrolera como empresa perteneciente a la Nación. Asimismo, se diseña el documento Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social 2001-2007 el cual se fundamenta en la interacción de los cinco ejes de equilibrio: el económico, el social, el político, el territorial y el internacional. De esta forma, Venezuela se convirtió en el primer país del continente que logró construir un programa estratégico económico-social fuera de las recetas de los organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial diseñadas para América Latina y el Caribe. El año 2002 estuvo marcado por el Golpe de Estado del 11 de abril engendrado desde el llamado a paro laboral promovido por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (FEDECAMARAS), la Central de Trabajadores de Venezuela, partidos políticos de derecha y sectores militares contrarios a la transformación de la sociedad. La planificación y puesta en ejecución del plan golpista contó con la aprobación y el apoyo del Gobierno Estadounidense bajo conducción de la administración Bush. Su objetivo principal fue impedir la ejecución de las Leyes Habilitantes para dar al traste con la adecuación del Estado y la sociedad Venezolana a los tiempos de Revolución Socialista. La activación de la plataforma opositora Nacional junto a las redes de apoyo internacional de esta, propiciaron los nefastos acontecimientos del 11 y 12 de abril, donde los sectores de derecha empleando el poder de los medios de comunicación, tendieron una celada a sus propios partidarios dirigiéndoles a un escenario de conflicto. A través del uso de francotiradores y elementos policiales que accionaron contra partidarios del gobierno y de la oposición indiscriminadamente; hubo decenas de muertos y heridos como justificación para el pronunciamiento de efectivos militares apátridas quienes se declararon en abierta insubordinación contra la democracia y las instituciones del pueblo. Afortunadamente al igual que en el pasado, las Fuerzas Armadas como representación del pueblo uniformado, los militares conscientes herederos de la tradición Bolivariana deciden ponerse de lado de las mayorías, y una a una las guarniciones militares desobedecen el Gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga decidiendo plegarse a al clamor del pueblo y emprender la operación rescate de la dignidad, que terminaría con el regreso de Chávez, de la Isla la Orchila desde donde se pretendía expulsarle del país. La jornada del 13 de abril definió para siempre, una de las principales fortalezas del Gobierno Bolivariano: La unidad cívico militar, que tuvo su prueba de fuego en el año 2002 y que se ha mantenido alerta ante las pretensiones del gran capital y la burguesía nacional de borrar la experiencia exitosa del Socialismo Bolivariano. En el argot popular la población identificada con el proceso de cambio social a la hora de evocar los sucesos del golpe de estado ha construido el siguiente refrán “Cada 11 tiene su 13". Posteriormente, el presidente invoca al diálogo constructivo en bien del país. Como medida singular, Hugo Chávez pide perdón por los errores que hubiera cometido. No obstante, las apetencias políticas de los grupos opositores vuelven a insistir en la salida violenta del Jefe de Estado y promueven el golpe petrolero. Nuevamente Chávez debe afrontar duras circunstancias debido a que la mayor parte de la dirigencia petrolera, en acto calificado como traición a la patria, inflige daños severos a la población, mediante el secuestro técnico de la industria. En el 2003 el Presidente Hugo Chávez Frías, en conjunto con el pueblo y las fuerzas militares, toma una serie de decisiones encaminadas a contrarrestar el ataque de la contrarrevolución interna y las potencias occidentales. A pesar del sabotaje petrolero, durante el año 2003 PDVSA incrementó sus ganancias en 1.500 millones de dólares, alcanzando un ahorro de 3.100 millones de dólares. A raíz del golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y del sabotaje petrolero de diciembre del mismo año, el gobierno de Hugo Chávez Frías desarrolló una campaña internacional para informar al mundo sobre la verdadera situación política y económica venezolana, logrando de esta manera aclarar algunas informaciones falsas o manipuladas que confundieron a muchos líderes y pueblos de otras esferas. Asimismo, la política exterior venezolana logró extenderse con la firma de convenios bilaterales en materia energética, agroalimentaria, comercial, industrial promovidos por la política gubernamental del Presidente. Durante el resto del año 2003, la oposición continuó sus marchas, disturbios y cacerolazos promovidos por la Coordinadora Democrática, los canales de televisión, la patronal Fedecámaras y sus empresarios aglutinados, además del sindicato CTV y la iglesia católica, para forzar la renuncia de Chávez. Finalmente, y ante la incapacidad de derrocar al presidente por medios violentos, la oposición, agrupada en una coalición denominada Coordinadora Democrática, aceptó la opción del plebiscito, contemplada en la Constitución Bolivariana de 1999. Después de muchos debates y cuestionamientos mutuos, en mayo de 2004 la oposición logró reunir 2.436.830 firmas, monto mínimo establecido por la constitución como requisito para convocar un referendo, que el Consejo Nacional Electoral fijó para 15 de agosto de ese año. En el referendo, que la oposición llamó revocatorio y los chavistas calificaron de ratificatorio, se escrutaron 9.789.637 votos válidos, de un padrón electoral integrado por poco más de 14 millones de electores, y tampoco por la vía electoral la oposición logró esta vez derrocar al presidente, pues por el NO, es decir, contra la destitución, se pronunciaron 5.800.629 venezolanos, para el 59,10 por ciento del total, mientras la opción contraria recibió 3.989.008 sufragios, el 40,64 por ciento. El 2005 estuvo marcado por el salto hacia la construcción del socialismo del Siglo XXI, donde la gestión gubernamental del presidente Hugo Chávez logró posicionar la influencia y expansión de las misiones sociales. Estos programas masivos contribuyeron con el nacimiento de la nueva institucionalidad y la nueva visión social que fundamenta el proceso revolucionario, puesto que conforman estructuras emergentes que dan viabilidad a un cambio institucional donde varias organizaciones trascienden los ámbitos exclusivos de competencia para lograr un fin común. Asimismo, con la finalidad de romper con los patrones tradicionales de la economía mundial, la gestión del presidente Hugo Chávez logró que la República Bolivariana de Venezuela comenzara a caminar de manera autónoma e independiente del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entes promotores de las políticas neoliberales del imperio. En este sentido, comenzó a ser una realidad la propuesta ideada e impulsada por el Presidente de la República: nace la Alternativa Bolivariana para la América (ALBA), promoviendo la verdadera unión de los pueblos para contrarrestar los efectos del Tratado del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Otro aspecto que representó un avance fundamental para Venezuela, fue el inicio del proceso de ingreso al Mercosur y la aceleración de medidas que permitieron la ubicación del Producto Interno Bruto en un 9,4% durante el año 2005, marcando nueve trimestres consecutivos de crecimiento económico sostenido. Igualmente, se incrementó la producción del hierro, el aluminio y el acero batiendo récords históricos; se incrementó la producción agrícola en distintos rubros, el comercio y la inversión internacional, entre otros. La inflación cerró en 14,4% este año. Una vez vencido el período constitucional de seis años, el Poder Electoral convocó para el domingo 3 de diciembre de 2006 elecciones presidenciales. A partir de todos los fracasos anteriores, los sectores opositores llegaron a la conclusión de que es imposible vencer a Chávez en las urnas si no se presenta un candidato único y decidieron escogerlo entre todos los que aspiraban al cargo, en elecciones primarias convocadas para el mes de agosto, pero que finalmente no se realizaron. Fue Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia y candidato del partido Un Nuevo Tiempo, quien fue elegido “a dedo” para representar a todas las formaciones políticas opositoras en esos comicios. Entre sus antecedentes políticos figura su firma en nombre de todos los gobernadores en respaldo del decreto que nombró presidente de la República al golpista Pedro Carmona Estanga en abril de 2002, acción sobre la cual dijo años más tarde que fue “un momento de confusión” y que lo hizo “con la mejor de las intenciones por el bienestar del país”. El apoyo de 44 formaciones políticas opositoras tampoco fue suficiente esta vez y el día de las elecciones votaron por Manuel Rosales 4.292.466 venezolanos, equivalentes al 36,91 por ciento de los votos válidos, mientras que Chávez fue reelegido nuevamente con el favor de 7.309.080 electores, el 62,85 por ciento del total del padrón. Años después, en abril de 2009 Rosales fue formalmente acusado de enriquecimiento ilícito durante su gestión como gobernador de Zulia, pero el juicio no llegó a efectuarse debido a que viajó a Perú, donde solicitó asilo político. El año 2006 trajo consigo una nueva oportunidad para ratificar tanto la legitimidad democrática, como la trascendencia y la prolongación del Proyecto Simón Bolívar 2000 a través de la participación popular. Del mismo modo, con el objetivo de fortalecer la soberanía económica de Venezuela y dirigir los ingresos petroleros hacia el fortalecimiento de los planes sociales de gobierno, PDVSA invirtió —en el marco del Plan Siembra Petrolera- 5 mil 940 millones de dólares en el país, para el desarrollo del Proyecto Delta Caribe del Complejo Industrial Gran Mariscal de Ayacucho y la infraestructura del gasoducto transoceánico (Colombia, Panamá y Venezuela), así como para el desarrollo del sub-proyecto Magna Reserva dirigido al tratamiento de la Faja Petrolífera del Orinoco. Con el objeto de corregir los percances presentados en el seno de la administración pública y organizaciones políticas, en el proceso de consolidación del socialismo bolivariano, el Comandante Chávez presentó a la sociedad venezolana, la propuesta de revisión, rectificación y reimpulso de los programas y proyectos del Gobierno Bolivariano, en pro de la consolidación del modelo de sociedad que enarbole los valores de justicia social y solidaridad propios del socialismo. Asimismo, el Ejecutivo Nacional ofreció el significado de cada una de las R y explicó: “Revisión es volver a ver todo, empezando por el gobierno y primerito por Hugo Rafael Chávez Frías”. “La revisión debe llevar no sólo los ejercicios teóricos sino que debe llevar a rectificar las ideas y el reimpulso es reimpulso de la moral, es revolucionar en todos los ámbitos. El Presidente Chávez también consideró que “estas tres R tienen que ser aplicables en lo social, en lo moral, en los gobiernos locales, regionales, en la política internacional, en los procedimientos burocráticos que tenemos”. Durante la emisión del “Aló Presidente” el primero del año se presentó el nuevo equipo de trabajo y llamó a los sectores que lo respaldan y a los que lo rechaza a trabajar juntos sobre todo a la clase media que a su parecer se encuentra la mayor parte de las personas que no lo respalda la llamó a incorporarse a la revolución, este sector siempre fue visto por él como parte de la oligarquía venezolana, llamó a los pequeños y medianos empresarios e incluso a los grandes productores que siempre lo han visto como enemigo, incluso llamó a la burguesía nacional a trabajar por el país. Además como una muestra de la aplicación de cambios en la forma de concebir la política, en las elecciones a gobernadores y alcaldes del 2008, los candidatos no fueron seleccionados a dedo sino por las comunidades, se relanzó el polo patriótico para las elecciones, llamó a luchar por la inseguridad y la corrupción administrativa, por otro lado anunció para el 12 de enero el congreso del PSUV, como estructura política de vanguardia en el proceso político que atraviesa el país, también promulgó la Ley de amnistía donde dejó libre a muchos que estuvieron involucrados en el golpe del 11 de abril del 2002 y otros hechos de violencia contra el Gobierno y la sociedad venezolana. Gracias a la implementación de las tres R, la alianza de las fuerzas progresistas mantuvo el control político de la mayoría de las gobernaciones y alcaldías a nivel nacional, en los comicios regionales celebrados en el año 2008. En el marco de la celebración de los diez años transcurridos desde la asunción del comandante Hugo Chávez a la Presidencia de la República aparece este discurso que representa el informe de gestión del Gobierno Bolivariano durante el año 2008. Todos los años, ante el cuerpo legislativo, el presidente Hugo Chávez realizó esta presentación y dio a conocer los principales logros de su gestión de gobierno. Sin embargo, en esta ocasión, la exposición presidencial se realiza en un momento particularmente histórico: la primera década de la Constitución Bolivariana —la carta de navegación aprobada por el pueblo en 1999- y los primeros veinte años de la Revolución —a partir de la explosión de Caracas en 1989. Los logros revolucionarios que el Presidente enumera en su discurso corresponden, principalmente, al año 2008, pero se entienden en este contexto y se insertan en el sentido que ha tomado la marcha nacional, con la Constitución y el Proyecto Nacional Simón Bolívar, el primer plan socialista de la nación. En su alocución, el presidente Chávez no sólo coloca estos logros en el plano de lo concreto, de las cifras inexorables: nuevas universidades, sistemas de riego, crecimiento de la economía, más tierras cultivadas, aumento del Índice de Desarrollo Humano, de la esperanza de vida, reducción drástica de la pobreza y de la desigualdad —medida a través del llamado Índice de Gini-; las impresionantes estadísticas de las misiones sociales, convertidas en el núcleo central de la política del gobierno revolucionario, entre otros. Expresa también las ideas que sustentan y permiten la obtención de estos logros, destinados a alcanzar la mayor suma de felicidad posible. Se trata de ideas fundamentales del pensamiento revolucionario que entiende el poder, por ejemplo, no como un fin, sino como “un instrumento para hacer justicia y, además, un instrumento para redistribuirlo y cada día transferirle mayores cuotas de poder político, económico, al pueblo, a la mayoría, a la nación”. El lazo, la conexión entre ideas y cifras —que más que cifras son logros con rostros, nombres y esperanzas- permiten una mayor comprensión del proyecto bolivariano. Permite, además, el optimismo sobre el rumbo de Venezuela. Y facilita una visión más amplia del contexto en el cual surge la propuesta histórica de una enmienda constitucional que otorgue al pueblo un poder adicional: ante un buen gobierno, la posibilidad de reelegir a un gobernante, conservando siempre el poder de revocarle o de no reelegirlo en su momento. En las elecciones del 7 de octubre de 2012, Chávez se presentó a reelección nuevamente teniendo como principal adversario a Henrique Capriles Radonski, del partido Primero Justicia, quien fue elegido candidato único de la mayoría de las formaciones opositoras agrupadas en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en las primarias del 12 de febrero pasado. Aunque a la cita concurrieron otros cinco aspirantes, la contienda se centró entre el mandatario y el candidato de la MUD, los únicos con posibilidades reales de resultar elegidos. En esos comicios se jugó el futuro de la Patria, según ha proclamó Chávez en numerosas oportunidades, y argumentó que el programa de su oponente está dirigido a desmontar todo lo logrado por la Revolución Bolivariana desde enero de 1999 y volver a privatizar las principales industrias, especialmente la petrolera y entregar el país a las transnacionales estadounidenses y europeas. Empresas consultoras de todos los colores políticos y con destacada trayectoria profesional toman el pulso desde hace meses a la opinión pública nacional y todas coinciden al pronosticar la reelección del mandatario con ventajas que oscilan de unas a otras entre los 15 y 25 puntos porcentuales. Desde mediados del año, en prácticamente todas las actividades públicas de su campaña, el líder bolivariano insiste en la necesidad de que en su trabajo proselitista los activistas de su comando electoral vayan más allá de los chavistas convencidos y se acerquen a la clase media, a los indecisos. El viernes 10 de junio es intervenido quirúrgicamente en La Habana donde se encontraba para la XI Comisión Intergubernamental de Cooperación Cuba-Venezuela. Según un comunicado oficial del gobierno venezolano al Presidente Chávez se le descubrió la existencia de un absceso pélvico que ameritó la decisión de Chávez de someterse de manera inmediata a un procedimiento quirúrgico correctivo. Un comunicado dado a conocer al pueblo venezolano y a la comunidad internacional por el propio Presidente Hugo Chávez Frías el 30 de junio refiere que luego de esta operación, fueron apareciendo algunas sospechas de la presencia de otras formaciones celulares no detectadas hasta entonces. El 4 de julio regresa a Caracas tras estar varias semanas en Cuba a causa de una intervención quirúrgica, es recibido por el pueblo en un emotivo acto realizado en el Palacio Miraflores, el presidente venezolano le habla a sus seguidores desde el Balcón del Pueblo. El 5 de julio encabeza desde el Palacio de Miraflores los actos conmemorativos del Bicentenario y del Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. El 8 de julio Chávez anunciaba la creación del Ministerio de la Juventud designando a Mari Pili Hernández ministra el mismo. El 22 de febrero de 2012 Chávez informó que volvería a La Habana para operarse, tras detectarse una lesión de dos centímetros de diámetro en el mismo lugar en el que se le extrajo el tumor en junio del 2011 aunque precisó que el cáncer no se había diseminado y se encontraba libre de afectaciones. A través de una transmisión desde el Palacio Presidencial de Miraflores en Caracas, el 8 de diciembre de 2012, Hugo Chávez, anunció que tras una revisión médica exhaustiva debería someterse a una nueva intervención quirúrgica la cual se volvería a realizar en Cuba. Por unanimidad, y en sesión extraordinaria, los integrantes de la Asamblea Nacional lo autorizaron a ausentarse del país y viajar a Cuba, para someterse a intervención quirúrgica. A las 1:30 de la mañana del 10 de diciembre de 2012, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, viajó a La Habana y el día 11 el ministro de Información y Comunicación, Ernesto Villegas, mantuvo informado a Venezuela y el mundo sobre el desarrollo del proceso operatorio a través de varios comunicados a lo largo de día. En cadena oficial, el vicepresidente ejecutivo Nicolás Maduro informó en horas de la noche del 11 de diciembre la culminación del proceso operatorio y el inicio del postoperatorio y recuperación. El 5 de marzo de 2013, a las 4:25 p. m., según el parte oficial, fallece el presidente Hugo Chávez debido a las graves condiciones de salud que poseía tras su última operación quirúrgica. La noticia fue divulgada de forma oficial por el vicepresidente de Venezuela Nicolás Maduro desde el Hospital Militar Dr. Carlos Arvelo (de Caracas), donde se encontraba ingresado el mandatario venezolano desde mediados de febrero de 2013.
Relaciones con Cuba El vínculo entre Chávez y Cuba se inició incluso antes de Chávez fuera electo presidente. Su primera visita a Cuba se produjo en diciembre de 1994 cuando en aquel entonces, el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías, en un gesto de valentía, aceptó la invitación que desde Cuba le cursara el Historiador de la Ciudad, Eusebio Leal Spengler y a La Habana fue cargado de sueños y convicciones y, sobre todo, con el ansia de comenzar a construir lo que devino indestructible amistad a prueba de piruetas políticas. Desde que puso sus pies en la losa del aeropuerto internacional José Martí, expresó: Yo no merezco este honor, aspiro a merecerlo algún día en los meses y en los años por venir. Durante su mandato presidencial, comprendido entre 1999 y 2013, año en que fallece, las relaciones entre Venezuela y Cuba fueron una prioridad para el gobierno de Chávez, las que se fortalecieron mediante la firma de varios acuerdos y convenios que ayudaron a establecer un puente bilateral entre las dos naciones. |
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