Soberanía alimentaria
María Eva Rodríguez
Una experiencia local, en provincia de Córdoba, que pasó de comprar juntos para estirar el salario, a organizar la provisión de alimentos en un Almacén Cooperativo y ferias de productores.


De la primera necesidad a la organización colectiva
Una experiencia local, en provincia de Córdoba, que pasó de comprar juntos para estirar el salario, a organizar la provisión de alimentos en un Almacén Cooperativo y ferias de productores.

Los alimentos se han convertido en mercancías y, como todas las demás, lo que da sentido a su producción no es la necesidad que puedan satisfacer sino la obtención de un lucro. Es un hecho que el mismo sistema fabrica millones de toneladas de comestibles y, a la vez, hambre y miseria. Con la Soberanía Alimentaria como insignia, son muchos los trabajadores de distintas latitudes del globo que han decidido tomar el problema en sus manos y organizarse para resolverlo.

En la provincia de Córdoba hay varias experiencias. Una de ellas, es la de Mercosol Ltda., una Cooperativa de Consumo y Vivienda fundada en 2013 para tratar de sortear la pérdida de poder adquisitivo que se iba agravando con laescalada de los precios. La situación era ya común a la mayoría de los asalariados: sueldos con los que solo se alcanzaba a cubrir la canasta básica familiar y que casi sin detenerse en los bolsillos pasaban directamente a las cajas de las cadenas de hipermercados, tarjetas de crédito y grandes empresas alimenticias.



La necesidad
La primera acción cooperativa fue la de comprarverduras,productos de la canasta básica y artículos de limpieza, al por mayor. “Llegamos a las 300 canastas mensuales confeccionadas por los participantes, entre quienes ya había delegados de algunos sindicatos, que se distribuían después en distintos puntos de la ciudad", recuerda José Badellino, uno de los integrantes de Mercosol.

Alimentos de calidad a un precio justo”, fue el lema inicial que dio coherencia a un proyecto que en el año 2018 logró establecerse con un local propio: el Almacén Cooperativo. Es un centro de distribución de productos de otras cooperativas y pymes de distintos puntos del país pero también de productores locales.

Como herramienta, El Almacén ayuda a consolidar otras organizaciones y genera un circuito cerrado colaborativo. Los trabajadores de las cooperativas asociadas a la Federación del Sur de Córdoba (CTF), cobran parte de su retorno retirando directamente mercadería. De modo similar, hay sindicatos que ofrecen a sus afiliados el sistema de compra y descuento por planilla a fin de mes.

Trabajar juntos
Pero un punto de venta y distribución, no hace a la Soberanía. Con el foco puesto en la organización popular, en 2016 se concretan los llamados Operativos de Alimentos realizados por organizaciones barriales, sindicales, cooperativas, estudiantiles, más productores y artesanos.Es una gran feria, que se realiza al menos una vez por mes, abierta a todo el que quiera poner su stand pero que gira sobre la compra de bolsones de frutas y verduras a un precio muy inferior al de los comercios tradicionales. Los militantes de las organizaciones participantes toman los pedidos en los lugares donde realizan sus actividades o salen directamente a ofrecerlo casa por casa. Según la pre-venta realizada, el mismo día de la feria se trabaja en equipo fraccionando y armandolos bolsones.

Trabajar juntos y cooperar tiene un valor mucho más importante que el del precio de los productos y a cada organización le sirve además para potenciar lo que hace.

Somos nosotros
Hemos logrado ayudar a nuestros afiliados a sobrellevar de una manera más accesible la dura situación económica de los últimos años”, comenta Carlos González, integrante de la comisión directiva del sindicato local de la Sanidad, una de las organizaciones que motoriza el Operativo.

Otra, es el Centro Integrador Comunitario (CIC) ubicado en el barrio Obrero de la ciudad. Una de las integrantes de su mesa de gestión, Alejandra Giupponi, señala que “el Operativo nos dio la posibilidad de organizarnos en torno a la elaboración y posterior comercialización de un producto, en este caso las empanadas que vendemos en la feria, a la vez ese dinero obtenido potencia la autogestión que llevamos adelante en el barrio.”

Giuponi también destaca dos objetivos propios de la actividad: “se crean vínculos de solidaridad muy fuertes” entre las organizaciones y, agrega, “la formación política en torno a la soberanía alimentaria que hacemos en conjunto”.
Para VíctorRodríguez,de la granja El Descanso, que produce aves, cerdos, huerta y frutales en la vecina localidad de Espinillo, “las ferias han sido la posibilidad de seguir existiendo frente a los vaivenes económicos del país porque, como todos los pequeños productores necesitamos máquinas e insumos y eso cuesta mucho porque los precios están dolarizados”. Esta granja surgió con el apoyo técnico del INTA Río Cuarto y hoy cuenta con 2.500 gallinas ponedoras y 5 hectáreas de huerta agroecológica en producción, con el trabajo de seis familias.

La producción de El descanso y la de 60 emprendimientos más, encuentra salida a partir del Almacén Cooperativo, del Operativo de Alimentos y del conjunto de ferias que fueron organizándose en la ciudad: la Fericambio –promovida por INTA-, las ferias barriales municipales, la proveeduría universitaria y la feria rodante.
Las grandes empresas privadas centralizan la ganancia y dispersan a las personas como consumidores individuales. “Nuestro objetivo es juntar las voluntades de las personas y demostrar que es posible disponer de nuestros recursos y de nuestras decisiones”, dice Badellino y agrega: “solo así estaremos en condiciones de poder pelear verdaderamente por la Soberanía Alimentaria.”

De la primera necesidad a la organización colectiva
Una experiencia local, en provincia de Córdoba, que pasó de comprar juntos para estirar el salario, a organizar la provisión de alimentos en un Almacén Cooperativo y ferias de productores.

Los alimentos se han convertido en mercancías y, como todas las demás, lo que da sentido a su producción no es la necesidad que puedan satisfacer sino la obtención de un lucro. Es un hecho que el mismo sistema fabrica millones de toneladas de comestibles y, a la vez, hambre y miseria. Con la Soberanía Alimentaria como insignia, son muchos los trabajadores de distintas latitudes del globo que han decidido tomar el problema en sus manos y organizarse para resolverlo.

En la provincia de Córdoba hay varias experiencias. Una de ellas, es la de Mercosol Ltda., una Cooperativa de Consumo y Vivienda fundada en 2013 para tratar de sortear la pérdida de poder adquisitivo que se iba agravando con laescalada de los precios. La situación era ya común a la mayoría de los asalariados: sueldos con los que solo se alcanzaba a cubrir la canasta básica familiar y que casi sin detenerse en los bolsillos pasaban directamente a las cajas de las cadenas de hipermercados, tarjetas de crédito y grandes empresas alimenticias.



La necesidad
La primera acción cooperativa fue la de comprarverduras,productos de la canasta básica y artículos de limpieza, al por mayor. “Llegamos a las 300 canastas mensuales confeccionadas por los participantes, entre quienes ya había delegados de algunos sindicatos, que se distribuían después en distintos puntos de la ciudad", recuerda José Badellino, uno de los integrantes de Mercosol.

Alimentos de calidad a un precio justo”, fue el lema inicial que dio coherencia a un proyecto que en el año 2018 logró establecerse con un local propio: el Almacén Cooperativo. Es un centro de distribución de productos de otras cooperativas y pymes de distintos puntos del país pero también de productores locales.

Como herramienta, El Almacén ayuda a consolidar otras organizaciones y genera un circuito cerrado colaborativo. Los trabajadores de las cooperativas asociadas a la Federación del Sur de Córdoba (CTF), cobran parte de su retorno retirando directamente mercadería. De modo similar, hay sindicatos que ofrecen a sus afiliados el sistema de compra y descuento por planilla a fin de mes.

Trabajar juntos
Pero un punto de venta y distribución, no hace a la Soberanía. Con el foco puesto en la organización popular, en 2016 se concretan los llamados Operativos de Alimentos realizados por organizaciones barriales, sindicales, cooperativas, estudiantiles, más productores y artesanos.Es una gran feria, que se realiza al menos una vez por mes, abierta a todo el que quiera poner su stand pero que gira sobre la compra de bolsones de frutas y verduras a un precio muy inferior al de los comercios tradicionales. Los militantes de las organizaciones participantes toman los pedidos en los lugares donde realizan sus actividades o salen directamente a ofrecerlo casa por casa. Según la pre-venta realizada, el mismo día de la feria se trabaja en equipo fraccionando y armandolos bolsones.

Trabajar juntos y cooperar tiene un valor mucho más importante que el del precio de los productos y a cada organización le sirve además para potenciar lo que hace.

Somos nosotros
Hemos logrado ayudar a nuestros afiliados a sobrellevar de una manera más accesible la dura situación económica de los últimos años”, comenta Carlos González, integrante de la comisión directiva del sindicato local de la Sanidad, una de las organizaciones que motoriza el Operativo.

Otra, es el Centro Integrador Comunitario (CIC) ubicado en el barrio Obrero de la ciudad. Una de las integrantes de su mesa de gestión, Alejandra Giupponi, señala que “el Operativo nos dio la posibilidad de organizarnos en torno a la elaboración y posterior comercialización de un producto, en este caso las empanadas que vendemos en la feria, a la vez ese dinero obtenido potencia la autogestión que llevamos adelante en el barrio.”

Giuponi también destaca dos objetivos propios de la actividad: “se crean vínculos de solidaridad muy fuertes” entre las organizaciones y, agrega, “la formación política en torno a la soberanía alimentaria que hacemos en conjunto”.
Para VíctorRodríguez,de la granja El Descanso, que produce aves, cerdos, huerta y frutales en la vecina localidad de Espinillo, “las ferias han sido la posibilidad de seguir existiendo frente a los vaivenes económicos del país porque, como todos los pequeños productores necesitamos máquinas e insumos y eso cuesta mucho porque los precios están dolarizados”. Esta granja surgió con el apoyo técnico del INTA Río Cuarto y hoy cuenta con 2.500 gallinas ponedoras y 5 hectáreas de huerta agroecológica en producción, con el trabajo de seis familias.

La producción de El descanso y la de 60 emprendimientos más, encuentra salida a partir del Almacén Cooperativo, del Operativo de Alimentos y del conjunto de ferias que fueron organizándose en la ciudad: la Fericambio –promovida por INTA-, las ferias barriales municipales, la proveeduría universitaria y la feria rodante.
Las grandes empresas privadas centralizan la ganancia y dispersan a las personas como consumidores individuales. “Nuestro objetivo es juntar las voluntades de las personas y demostrar que es posible disponer de nuestros recursos y de nuestras decisiones”, dice Badellino y agrega: “solo así estaremos en condiciones de poder pelear verdaderamente por la Soberanía Alimentaria.”


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