Las casas editoriales tienen como toda industria su calendario de producción y distribución.
En Argentina, acompañando el inicio del ciclo lectivo comienza lo que es el motor fundamental de la primera gran compra de libros por parte de la ciudadanía. Tanto escuelas de formación inicial, como primaria, secundaria, terciaria y universitaria informan a sus alumnos el material a adquirir para el año o cuatrimestre, según el caso. También los institutos de formación en menor medida despliegan un número no poco despreciable de compras para un sector en crisis, academias privadas o públicas de enseñanza de idiomas u otros espacios de trasmisión de saberes técnicos o artísticos.
A caballo de esta demanda inicial se empalma el evento más importante que tiene el país en relación a la cultura que es la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que también es en habla-hispana la que concita más interés en los diferentes aspectos de la misma, cantidad de público, con un promedio de 1.300.000 visitantes; programación de más de 1.500 actos y del que participan los más destacados referentes del mundo del libro y la cultura, unos 45.000 m2 de exposición y 15.000 m2 ocupados por stands divididos en 9 pabellones identificados por colores y números; 350 stands con 700 expositores (locales e internacionales) y 1700 sellos editoriales.
En relación a los eventos, la organización construye anualmente 12 salas identificadas con nombres de escritores de nuestra patria, 10 auditorios semiabiertos: Zona Infantil Javier Villafañe (Biblioteca, Cuentacuentos, Taller), Zona Futuro, Zona Explora, Espacio Digital, Espacio Diversidad Funcional y Discapacidad, Orgullo y Prejuicio, Firmódromo, Auditorio semiabierto (este año Imagen de Feria y Reportajes Abiertos con Embón).
En relación a las ferias anteriores hay un promedio de 20 países participando con stands, este año participaron menos y estos fueron Armenia, Brasil, Chile, Italia, Cuba, Uruguay, Perú, Paraguay, Ecuador, España y Ucrania; y también 3 colectividades con gran raigambre en Argentina.
Es de destacar el proyecto Nuevo Barrio para editoriales comerciales de la Argentina que posean una trayectoria no menor a 3 años; un catálogo con más de 15 títulos de diferentes autores y cuyo principal canal de ventas sean las librerías; que no hayan participado anteriormente como expositores directos de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, o que hayan participado como expositores directos hasta la 45ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires inclusive, y hayan dejado de participar o para editoriales comerciales del exterior que posean una trayectoria no menor a 3 años; un catálogo con más de 15 títulos de diferentes autores y cuyo principal canal de ventas sean las librerías, y que no hayan participado anteriormente como expositores directos de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, espacio que es cedido gratuitamente para exposición y venta en un esfuerzo de la Fundación El Libro por democratizar la palabra.
La CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares), una comisión creada en 1870 con la promulgación de la Ley Nº 419, propiciada por Domingo Faustino Sarmiento, para fomentar la creación y el desarrollo de las bibliotecas populares que difunden el libro y la cultura, participa en la Feria con el programa Libro% con un promedio de 250 expositores adheridos, principalmente editoriales y en menor medida distribuidoras, y unas 1200 bibliotecas participando con subsidio y unas 1400 totales acreditadas. Este año por los descarnados recortes en el área, que depende del ejecutivo nacional, solo participaron 840 bibliotecas y solo 701 con subsidio. Este programa que nace en 2005 en el gobierno del presidente Néstor Kirchner, es quizá el de mayor recorrido federal, con un apoyo directo para que biliotecarios viajen a la feria, se alojen y compren un promedio de 100 libros en los stands adheridos, y que este año se redujo a 50 ejemplares por institución en lo que fue sin duda la peor jornada desde sus inicios, en participación, capacidad de compra y compromiso.
La Feria del libro de Buenos Aires se inicia dos días antes de su inauguración con las Jornadas Profesionales donde editores, libreros, distribuidores, agentes literarios, ilustradores, bibliotecarios, diseñadores, traductores y todos los involucrados en las diversas áreas que forman parte de la cadena de valor del libro tanto argentinas como del exterior, participan de charlas, espacios de formación y comercializan sus productos y servicios.
Las notas que siguen de la nueva edición de H contienen 3 entrevistas a editores y escritores que participaron de esta 48 edición y refleja las actividades de nuestra editorial tanto en la promoción del libro como en la difusión de sus autores y temáticas.
En Argentina, acompañando el inicio del ciclo lectivo comienza lo que es el motor fundamental de la primera gran compra de libros por parte de la ciudadanía. Tanto escuelas de formación inicial, como primaria, secundaria, terciaria y universitaria informan a sus alumnos el material a adquirir para el año o cuatrimestre, según el caso. También los institutos de formación en menor medida despliegan un número no poco despreciable de compras para un sector en crisis, academias privadas o públicas de enseñanza de idiomas u otros espacios de trasmisión de saberes técnicos o artísticos. |
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