La situación actual en Bolivia no es novedosa. Hay un largo camino de intervencionismo de EE.UU. desde que trató de impedir que se formara la República de Bolivia, es un viejo Karma para EE.UU. es que Bolivia se llamara así.
Esta necesidad de controlar Bolivia y balcanizar los territorios de nacientes autónomos en el siglo XIX, está vigente hoy día. Es casi extraño pensar que haya una elección prolija en Bolivia habiendo sido derrocado hace poco tiempo por la violencia terrorista, el presidente constitucional, que obtuvo un respaldo del 55% del electorado, inventando como siempre una coartada burda.
Aquí también se crea una gran mentira y los medios de comunicación la difunden por todo el mundo de que hubo fraude electoral, siendo que pasaron tres meses y el Instituto Tecnológico de Massachusetts demostró mediante una investigación rigurosa, que no hubo tal fraude.
Entonces no estamos en presencia, creo yo, de una definición jurídica en el marco de estructura, legalidad boliviana. Estamos "en un gallito" en una presión de las fuerzas que quieren continuar con la refundación, el proceso de la revolución cultural. Entonces creo, que habría que analizar desde el punto de vista de las ciencias sociales una expectativa de que una elección por ser un hecho jurídico vinculante resuelva la crisis boliviana. Si hoy en EE.UU. el actual presidente pone en duda el respeto a las elecciones de su propio país, advirtiendo que iba a haber fraude por la cuestión del voto por correo y si no es eso, inventaría otra cosa. Partiendo de la base de que qué legalidad está respetando EE.UU. en el mundo hoy, ¿acaso está respetando a las Naciones Unidas, al consejo de seguridad? ¿Está respetando a la UNESCO, el pacto de las armas nucleares con Rusia? No hay pacto que EE.UU. esté respetando.
El nivel de salvajismo, de brutalidad está anclado en la oligarquía boliviana, no en el pueblo boliviano, sino en la oligarquía, y su debilidad estructural de ser una fuerza de cipayos, sirvientes de Inglaterra del siglo XIX y EE.UU. del siglo XX, nos ha llevado a que no tengan la posibilidad legítima de aspirar a la conducción del estado. Esto fue visible en la década de 1930 cuando el socialismo militar boliviano nacionalizó el petróleo con apoyo popular, ellos –la oligarquía- conspiraron y lo derrocaron para poder devolver el petróleo a Gasoil. Misma situación con Villarroel en los años de la década de 1940, con la ola nacionalista en toda Latinoamérica, concediéndole derechos a los indígenas, nacionaliza el petróleo y un grupo de choque lo quema vivo y lo cuelgan en la plaza pública. De manera que era previsible que a Evo, si no se ponía a salvo en el golpe del año pasado, podría haberle ocurrido algo similar.
Entonces es evidente, que lo que opera ahí es la necesidad de EE.UU. de que no triunfe el proyecto de revolución cultural y nacional de Bolivia, o sea que, no quieren que Bolivia asuma la condición de Estado soberano e independiente. Lo que les molestó fue el triunfo de Evo Morales. Que Evo Morales en trece años haya arreglado la economía, que haya logrado los más altos índices de crecimiento a nivel continental, que haya tenido un liderazgo internacional tan notable, sobretodo en temas ambientales y de derechos de los pueblos originarios. Que haya logrado una redistribución de la riqueza de esta magnitud, la eliminación de más del 30% en la pobreza, el bono Juancito Pinto, y otros puntos que llevaría mucho tiempo detallar. Pero es difícil que en la historia de Bolivia haya habido un gobierno más exitoso que el que encabezó Evo Morales.
Entonces aquí no es que estaba haciéndolo tan mal que había que derrocarlo, sino que tenía tanta fuerza que había que impedir que se consolidara esa fuerza, es distinto. Pasó lo mismo con Allende. El ejemplo que un indígena con apoyo del pueblo originario, los treinta y tres pueblos originarios reivindiquen los derechos ancestrales de esos pueblos que son mayoría cuantitativa y cualitativa en Bolivia, eso es lo que hay y lo que quieren evitar. No se trata de que ellos (EE.UU.) sean los justicieros que van a liberar a un pueblo oprimido por un tirano, no, todo lo contrario. Ellos no necesitan en el patio trasero países fuertes, consolidados, que tengan desarrollo industrial y que puedan sustituir importaciones, que puedan colocar sus productos en Europa, China o Rusia. No. Lo que le molestó a EE.UU. fue que Evo Morales diversificó su economía y buscó mercados alternativos, eso es lo que buscaban con este golpe.
La situación actual en Bolivia no es novedosa. Hay un largo camino de intervencionismo de EE.UU. desde que trató de impedir que se formara la República de Bolivia, es un viejo Karma para EE.UU. es que Bolivia se llamara así. De manera que han presentado a Evo, tratando de atacarlo por el lado de los tribunales como hicieron con Dilma Russeff y con el propio Lula, no es ninguna novedad. Ellos no tienen un código para derrocar, pueden utilizar una gran cantidad de hipótesis de trabajo con tal de que no funcione un país que quiera ser capitalista; necesitan impedir el desarrollo capitalista de Chile, desarrollo capitalista de Bolivia, de Brasil. Antes los golpes eran en nombre del mundo occidental cristiano para defender a ese país de la hegemonía soviética, de la expansión del comunismo soviético, esa era la razón, después vino la expansión del terrorismo. Pero ahora ya no tienen que dar explicaciones, no se los prohíbe el parlamento de EE.UU., ni las Naciones Unidas, ni la Corte Internacional de la Haya, es por eso que ellos (EE.UU.) se han salido de estos organismo internacionales. Cuando ganó las elecciones Evo y antes del período que va desde que triunfa hasta que asume el mando, en la transición, la CIA había armado un comando para ingresar al territorio boliviano. Ingresaron a un cuartel del ejército boliviano, donde sabían que estaban los misiles de tierra-aire, se los robaron y llevaron en un avión a EE.UU., y su razón para este acto fue que como el próximo presidente iba a ir Evo, le iba a pasar los misiles a Cuba y por eso se los robaron. Entonces, hubo militares honestos que, siendo Evo todavía presidente electo no en ejercicio, le dijeron esta situación y él los confirmó en sus cargos y por eso tuvo un periodo largo de 13 años de estabilidad con sus relaciones con los militares. Este golpe no lo desarrollo el ejército porque Evo estuviera fracasando, de hecho el golpe que se trató de dar en el 2006 con aviso de la fecha en que iban a matar a Evo, ese día que lo iban a matar y coincidentemente el mundo recibió el anuncio de que EE.UU estaba en recesión, estaba ya un año antes, pero en esa fecha se da a conocer la quiebra de Lehman Brother, y con esa interna era muy difícil que Bush interviniera en Bolivia, y en consecuencia se juntan Lula, Kirchnner, Bachelet, haciendo un cerco en la UNASUR y por unanimidad declaran que no van a aceptar un golpe militar en Bolivia. Lula tuvo un rol muy destacado, se comunicó directamente con la Casa Blanca, diciendo que Latinoamérica no iba a aceptar un golpe en Bolivia. Evo se salvó de un golpe un mes después de haber ganado las elecciones con el 65% de los votos, gracias a la interna que estaba atravesando EE.UU. y al cerco que creo la UNASUR para respaldar su asunción a la presidencia. En una de las visitas que hice a Bolivia, los militares me explicaban que las mismas fuerzas armadas que habían dado entre cinco y seis golpes de Estado en años anteriores, evaluaron que Evo Morales había sido un buen conscripto y alumno en las escuelas militares gracias a su honestidad y apoyo popular, podía darle más estabilidad a Bolivia de la que le daba Sánchez. Entonces, cuando Evo convoca a la asamblea constituyente, lo militares deliberan aceptar la realización de la asamblea o derrocarlo antes, militarmente no había ningún impedimento para derrocar a Evo en el 2006, ninguno, fue una decisión política de ese ejército. Porque ese ejército había tenido una influencia socialista en los 1930, había tenido a Villarroel que fue nacionalista. La crisis del capitalismo mundial y la pérdida acelerada de hegemonía de EE.UU., lo hace recurrir a cualquier mecanismo de fuerza y la última consideración que puede estar en la mente de Pompeo y del Pentágono, es si se respeta o no se respeta la legalidad, eso es tema de jardín de infantes; para ellos lo primero es dónde está petróleo que necesita EE.UU.; dónde están las tierras raras que necesita EE.UU. y que están en Bolivia; dónde está el litio que necesita EE.UU., está en Bolivia, y cuál es el peligro, qué es lo que les asusta para los próximos cien años, es que la cultura islámica, la china, la india, rusa, la andina, generen formas de asociación institucional, estados, comunidades, democracias, no sé cómo se van a llamar, que no estén bajo la tutela del imperio. Estemos alertas. (*) Intervención en la actividad de la editorial Acercándonos del sábado 10 de octubre de 2020 "Las nuevas formas de amenazas a la seguridad y defensa en América y Latina y el Caribe" |
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