El libro de los periodistas escritores y académicos Sergio Rodríguez Gelfenstein y Jorge Elbaum: “La OTAN contra el mundo”, aparece en momentos críticos y en un escenario de caos mundial que sólo puede entenderse si se conocen a profundidad las verdaderas causas de lo que está sucediendo y en especial qué fue y que es la Organización del Atlántico Norte (OTAN).
La OTAN fue una creación de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y el Servicio Secreto del Reino Unido (M16) en un principio como redes “stay behin” (retaguardia o quinta columna) como lo ha definido el investigador suizo Daniel Ganser en su libro “Los ejércitos secretos de la OTAN - La Operación Gladio y el terrorismo en Europa Occidental” editado por el “Viejo Topo” de España (2005) .
Para imponer la OTAN se realizó una campaña en la cual los medios de comunicación tuvieron un papel determinante sobre una supuesta invasión de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) contra Europa al finalizar la segunda guerra mundial, cuando las poblaciones estaban resurgiendo de los horrores y de la destrucción de los países.
Sembrar el terror sobre terreno abonado y un escenario marcado por la manipulación y la mentira no era difícil, a partir del hecho de apropiarse del triunfo de las tropas rusas ante las cuales se rindió el ejército nazi en 1945, lo que significó el final de la Segunda Guerra Mundial.
La avanzada rusa hacia Alemania fue liberando a su paso a países europeos que parecen haber dejado en el olvido la verdad de aquellos años del infierno nazi. De hecho Rusia había perdido más de 23 millones de soldados y población civil, y se enfrentaba después del triunfo a la reconstrucción de todo lo destruido para resurgir de las cenizas.
Esta realidad, que es la verdad, fue fácilmente suplantada por la otra “verdad impuesta” que hizo aparecer a los “aliados” y especialmente a Estados Unidos, que entró en la guerra en los últimos momentos, como el gran triunfador. En todo caso las resistencias como sucedió en Francia, Italia y otros países actuando con el heroísmo que se requería para realizar una serie de operaciones, complicaron a los ocupantes nazis.
Para aterrorizar a los pueblos europeos utilizaron los medios de comunicación y en especial la cinematografía presentando ante el mundo a las tropas norteamericanas como los “liberadores” de Europa de la ocupación.
Ante los pueblos europeos y nórdicos se lanzó la ofensiva cultural que advertía sobre la posible invasión rusa para extenderse por toda Europa a partir de lo cual se instaló la “Guerra Fría” entre Estados Unidos y la URSS. Entre 1939 y 1945 las organizaciones surgidas como resistencia ante el nazismo fueron convocadas para formar parte de la OTAN. Pero también desde sus inicios en 1949 la OTAN reclutó a ex integrantes de la Gestapo, grupos de extrema derecha y organizaciones del fascismo italiano como Avanguardia Nazionale y Ordine Nuovo, cuyos integrantes fueron los más activos terroristas de la Operación Gladio (espada) y otras similares en los países europeos.
A esto se recurrió advirtiendo que Europa debía resolver los nuevos mecanismos de defensa, con “ayuda externa” ante la evidente capacidad militar de la URSS. La OTAN nació como redes conjuntas de espionaje e intercambio de datos, y finalmente se instaló para “custodiar las fronteras de Europa” ante el supuesto avance del “este” comunista.
Esto demandaba la creación de bases militares en los países europeos, lo cual significaría con el paso del tiempo la claudicación de la soberanía europea lo que en estos momentos es evidente, con una sumisión colonial a las demandas del sistema imperial, que encabeza Estados Unidos y sus asociados más cercanos. ¿Cómo y cuándo la OTAN, cuya tarea era estrictamente la defensa de las fronteras de Europa se convertiría en una “gendarmería” de acción global?
Esto obliga a investigar como lo hacen los autores de la “OTAN contra el mundo” las intervenciones militares en que ha participado la OTAN desde su creación y a difundir lo actuado en su avanzada anticomunista, supuestamente antiterrorista.