Miguel Ángel Lens fue fundador del grupo de poesía gay de Buenos Aires y el grupo San Telmo Gay, entre otros. Tuvo una prolífica actividad poética inscripta en una mirada de Buenos Aires desde los baños públicos, la calle Corrientes, los terrenos baldíos y los matorrales de la Reserva Ecológica. Espacios en donde el deseo prohibido encontraba grietas por donde colarse entre los barrotes de la represión. Sus textos recuperaron, en un mismo movimiento, a la memoria popular y las luchas sociales de los años setenta y ochenta. Fue reconocido por su prosa irreverente que, según Adrián Melo configuraba “un Buenos Aires erótico donde la marica sueña, espera y sale a la búsqueda del chongo y lo halla en cada esquina deseante, un mundo de machos y delincuentes, bandidos proclives al pansexualismo (…) un universo poético, en definitiva, que celebra la libertad salvaje del lumpenproletariado”.
Entre sus páginas, se mezclan Haroldo Conti (en Mi Haroldo en Off de Cartas de Utopía) y el boxeador Justo Suárez, el Torito de Mataderos: “En lo más tupido del baldío / se quejaba un carilindo / y con voz susurrante / repetía: ¿por qué tarda tanto / en acabar este Torito Bravío?”. También aparecen Hugo del Carril, Carlos Monzón y tantos otros personajes de la cultura popular que, en los versos de Lens nos ayudan, también, a reconstruir una historia poco contada hasta el momento: la persecución a gays, lesbianas y trans durante la dictadura y en los primeros años de la democracia. Una asignatura pendiente a la que Miguel Ángel aporta una mirada invaluable.